En su discurso, el Nobel de Literatura 2010 consideró que algunos presidentes extranjeros intervinieron de manera indecorosa en los asuntos peruanos, arrastrando a los vecinos y poniendo en duda la legitimidad de la jefa de Estado.
“En el Perú prevalece la democracia y rechazamos firmemente su injerencia, que viola las normas internacionales y los más elementales principios de la buena vecindad”, remarcó el escritor hispano-peruano, acompañado de Patricia Llosa, su exesposa.
Agregó que respeta la política que encarna Boluarte, pese a que The Economist dejó de considerar al país como un régimen democrático y lo rezagó a la categoría de régimen híbrido, debido al entorno político inestable, una polarización extrema y una alta tolerancia hacia el gobierno militar.
Aunque señaló que no se desligó de la coyuntura peruana, pese a que radica en el extranjero desde que fue derrotado por Alberto Fujimori (1990-2000), Vargas Llosa no se refirió a las muertes en las protestas antigubernamentales por las cuales Boluarte enfrenta una investigación preliminar por genocidio.
Sus lasos con la política peruana le mantuvo muy vinculado a la coyuntura y, en las elecciones presidenciales de 2021, le llevó a apoyar por sorpresa a Keiko Fujimori (hija de Alberto Fujimori) frente a Pedro Castillo, de quien Boluarte fue vicepresidenta.
La mandataria se refirió a Vargas Llosa como el mayor referente de las letras del Perú y uno de los principales de América y el mundo, además de resaltar el Nobel y su reciente incorporación a la Academia Francesa.
La jefa de Estado mencionó también que Vargas Llosa dedicó casi la totalidad de su obra a retratar el Perú y que fue un defensor estoico de la democracia y la libertad. Durante el acto, el Nobel titubeó en varias ocasiones al leer su discurso e, incluso, dejó alguna frase incompleta. (Infobae).