El seísmo tuvo lugar con su epicentro diez kilómetros al sur de Cianjur, según la Agencia Nacional Meteorológica, Geofísica y Climatológica de Indonesia (BMKG), que descartó el riesgo de tsunami. Por su parte, la BNPB confirmó que el seísmo había sacudido la capital, Yakarta, sin que se hayan registrado víctimas en la ciudad.
Más de 2.000 personas resultaron heridas, 56.000 casas sufrieron daños y aproximadamente 62.000 personas se vieron obligadas a evacuar a refugios, dejando a muchas personas sin hogar y sin suministros adecuados.
En su estimación, que comprende hasta el pasado jueves, UNICEF confirma que el número de niños fallecidos representa una tercera parte del total de muertos.
Además, UNICEF constató que 45 escuelas fueron afectadas en la zona del terremoto y estima que 18 estudiantes y cinco maestros murieron, y 267 alumnos y 10 profesores resultaron heridos.
El fondo de la ONU prevé que las necesidades humanitarias aumenten en las áreas afectadas, a medida que las operaciones de búsqueda y rescate en curso revelen la cifra real de víctimas y la magnitud de la necesidad.
El Ejecutivo indonesio está distribuyendo suministros clave, que incluyen provisiones de preparación ante desastres apoyados por UNICEF que beneficiarán a unos 2.500 niños y niñas.
Entre ellos figuran suministros educativos como tiendas de campaña para escuelas temporales, con provisión de materiales, una caja con bolígrafos, cuadernos, lápices, y kits de desarrollo para la primera infancia con juegos adaptados a su edad, materiales de dibujo y juguetes.
El Gobierno también ha distribuido material proporcionado por UNICEF para apoyar a los niños y niñas que se enfrentan a la angustia emocional y el trauma provocado por el impacto del terremoto.
“UNICEF está preparado para dar el apoyo adicional que pueda necesitar el Gobierno indonesio para proteger a los niños y niños durante estos difíciles momentos”, asegura. (Europa Press).