En el aeropuerto internacional de Los Ángeles, Nicole, que ahora tiene 7 años, esperaba a su madre con una rosa roja. Michelle, casi una adolescente, se quedó atrás con un ramo de rosas y girasoles. Cuando Hernández se volvió hacia ella, Michelle se abalanzó a sus brazos, sollozando.
«Yo estaba lejos, pero estaba pendiente de ustedes», susurró Hernández a sus hijas.
Hernández contó que no abrazaba a Nicole desde que la niña tenía 3 años y a Michelle desde que tenía 8. Días después de la Navidad de 2017, la madre se había aferrado a sus niñas llorosas en una estación de la patrulla fronteriza en Arizona antes de que un responsable estadounidense las separara.
Las tres habían llegado a Estados Unidos en busca de asilo. Una vez detenida, recordó, se le dio una opción imposible: Abandonar el país, con las niñas o sin ellas. Conmocionada por las recientes amenazas de las bandas a Michelle en Honduras, Hernández decidió que las niñas estarían más seguras en Estados Unidos.
Las hermanas fueron enviadas a un centro de acogida para niños en California y finalmente fueron liberadas para vivir con su hermano Maynor, que ahora tiene 34 años y se gana la vida vendiendo naranjas en Los Ángeles.
Hernández fue deportada, como miles de padres separados de sus hijos bajo la polémica política de «tolerancia cero» del entonces presidente Donald Trump para disuadir la inmigración ilegal. Reuters, que ha seguido a la familia desde mediados de 2020, se refiere a las niñas por sus segundos nombres para proteger su privacidad.
En su primera noche en Estados Unidos, Hernández compartió la cama con sus hijas, mirándolas mientras dormían y maravillándose de lo mucho que habían crecido.
«Qué bonito fue, no sé ni como contarle como me siento todavía, tantos años sin ver mis hijas, y verlas grande ahora», relató.
El Gobierno de Trump sostuvo que permitir que las familias sean liberadas juntas en Estados Unidos mientras solicitan asilo fomenta la inmigración ilegal. En respuesta, se buscó procesar y deportar a los padres y poner a sus hijos bajo custodia como «menores no acompañados». (Reuters)