El movimiento se sintió a las 05H37 hora local (00H37 GMT) y su epicentro tuvo una profundidad de unos 20,5 kilómetros, agregó el USGS.
De acuerdo con los primeros reportes, el epicentro pareció estar situado en Alto Badajshán, una provincia semiautónoma oriental fronteriza con Afganistán y China.
Una réplica de magnitud 5,0 se sintió en la región unos 20 minutos después del sismo inicial.
El territorio escasamente poblado bordea la cordillera de Pamir. El USGS anticipó que «poca o ninguna población» se verá expuesta a deslizamientos por el sismo.
En la región también se encuentra el lago Sarez. Esta masa de agua de color aguamarina, formada a raíz de un terremoto en 1911, es uno de los lagos más grandes de Tayikistán.
Detrás del lago Sarez hay una presa natural en las profundidades de las montañas del Pamir, y los expertos han advertido de que las consecuencias serían catastróficas si se rompiera.
A principios de este mes, nueve personas murieron en una avalancha el 15 de febrero en Gorno-Badakhshan, mientras que otra persona falleció el mismo día en una avalancha en una carretera cercana a la capital, Dushanbe.
Un terremoto de magnitud 7,5 registrado en octubre de 2015 dejó 400 fallecidos en el país, siendo uno de los seísmos más fuertes ocurridos en el país asiático.
Tayikistán -como gran parte del resto de Asia Central- es muy propenso a las catástrofes naturales y tiene un largo historial de inundaciones, terremotos, corrimientos de tierras, avalanchas y fuertes nevadas.
Funcionarios del condado de Taxkorgan, al oeste de China, reportaron que el fenómeno también se sintió en la zona.
La agencia de noticias Xinhua reportó que el temblor «se sintió con fuerza». Los funcionarios aseguraron que no han recibido informes de víctimas o daños materiales por el momento.
Asimismo, el suministro eléctrico en la zona se mantiene «normal», informaron las autoridades locales.
Numerosas localidades pertenecientes al municipio de Kashgar, en la región occidental china de Xinjiang, se encuentran dentro de un radio de 300 kilómetros del epicentro.
A principios del mes de febrero dos sismos de magnitud 7,7 y 7,6, con epicentro al sur de Turquía, sacudieron la región dejando una ola de destrucción y más de 45.000 muertos entre Turquía y Siria.
El movimiento telúrico se sintió también en varios países vecinos en la región.
La semana pasada el sur de Turquía volvió a ser epicentro de un terremoto que dejó nuevos edificios afectados, seis muertos y al menos 300 heridos. (INFOBAE, AFP y Europa Press)