El asesor presidencial Oleksei Arestovich indicó que la propuesta ha sido trasladada a Moscú, por lo que esperan ya a una posible respuesta.
«Hemos invitados a los rusos a celebrar una ronda especial de conversaciones justo ante los muros de Azovstal (…) para negociar un alto el fuego inmediato por la Pascua, instaurar corredores humanitarios y liberar o intercambiar a nuestros militares por todos los prisioneros de guerra rusos», explicó, según recoge la agencia de noticias ucraniana UNIAN.
Arestovich advirtió que habrá «consecuencias» si Rusia no accede a la propuesta. «Os recordamos que en el Kremlin no os gustarán las consecuencias si no accedéis», ha apuntado.
Además, Arestovich aseguró que hay cinco bolsas de resistencia ucraniana en Mariúpol, incluida la de Azovstal, por lo que es incorrecto que solo haya resistencia en este último punto y ha desmentido así al ministro de Defensa ruso, quien ha señalado a que las tropas rusas controlan ya la ciudad.
«No es como ha dicho Sergei Shoigu. Todo sigue igual. En primer lugar, nuestros militares están en Azovstal y en cuatro lugares más de Mariúpol. En segundo lugar, han bombardeado Azovstal durante cinco días con bombas pesadas de bombarderos estratégicos. Han intentado tomarla al asalto», pero han sufrido «pérdidas muy, muy grandes», agregó.
Por otra parte, el comandante de la región militar de Járkov, Oleh Sinegubov, denunció que las tropas rusas han ocupado una de las fábricas de Vovchansk y han instalado allí una «cámara de tortura» para forzar a la población a cooperar o para alistarse en el Ejército ruso.
«Lo han convertido en una prisión, en un auténtico campo de concentración donde se tortura a la gente para obligarla a cooperar, a unirse a las Fuerzas Armadas», afirmó Sinegubov en la televisión ucraniana.
En Izium las tropas rusas habrían obligado a la población a marchar hacia territorio ruso o unirse a las tropas, según Sinegubov, que asegura que los civiles resistieron y se negaron a unirse al ejército invasor. (Europa Press)