Kiev.- Ucrania pidió ayer más ayuda de Occidente, suplicando entregas más rápidas de armas para contener a fuerzas rusas mejor armadas, además de apoyo humanitario para combatir enfermedades mortales.
En Severodonetsk, la pequeña ciudad que se ha convertido en el foco del avance de Rusia en el este de Ucrania y uno de los escenarios más sangrientos de una guerra que ya ha entrado en su cuarto mes, se informó de más combates.
En el sur, el alcalde de la ciudad portuaria de Mariúpol -reducida a ruinas por el asedio ruso- dijo que los sistemas de saneamiento estaban rotos y los cadáveres se pudrían en las calles.
“Hay un brote de disentería y cólera (…) La guerra se llevó a más de 20.000 habitantes (…) desafortunadamente estos brotes de infección se llevarán a miles de mariupolitas más”, dijo a la televisión nacional.
Pidió a Naciones Unidas y al Comité Internacional de la Cruz Roja que trabajen en la creación de un corredor humanitario para permitir que los residentes restantes abandonen la ciudad, que ahora está bajo control ruso.
En una instantánea del impacto más amplio de la guerra, la agencia de alimentos de la ONU señaló que la reducción de las exportaciones de trigo y otros productos alimenticios de Ucrania y Rusia podría infligir hambre crónica a hasta 19 millones de personas más durante el próximo año.
El presidente Volodímir Zelenski pidió en un discurso a través de un enlace de video que Ucrania se incorpore como parte de Occidente, con garantías vinculantes para su protección.
Al pedirle a la UE que acepte a Ucrania como candidata a miembro, dijo en una conferencia en Copenhague: «La Unión Europea puede dar un paso histórico que demostrará que las palabras sobre el pueblo de Ucrania que pertenece a la familia europea no son solo palabras».
La guerra en el este, donde Rusia está centrando su atención, ahora es principalmente una batalla de artillería en la que Kiev está severamente superada en armas, dicen funcionarios ucranianos.
Eso significa que la marea de los acontecimientos podría cambiar solo si Occidente cumple sus promesas de enviar más y mejores armas, incluidos los sistemas de cohetes que Washington y otros han prometido.
«Esta es una guerra de artillería ahora», indicó Vadym Skibitsky, subjefe de inteligencia militar de Ucrania, al periódico británico The Guardian.
«Ahora todo depende de lo que (Occidente) nos dé. Ucrania tiene una pieza de artillería contra 10 o 15 piezas de artillería rusa», agregó.
Alemania, uno de los mayores proveedores de armas desde que Rusia invadió pero criticado por su lentitud en el suministro del armamento pesado que Kiev dice que necesita, planea revisar sus reglas sobre exportaciones de armas para que sea más fácil armar a democracias como Ucrania, informó Der Spiegel.
Rusia espera capturar todo el territorio de la provincia oriental de Lugansk, que exige que Ucrania ceda a los separatistas junto con la vecina Donetsk, un área conocida como el Dombás, donde ha respaldado una revuelta de separatistas desde 2014.
Con ese fin, el Kremlin concentró sus fuerzas en una batalla por Severodonetsk.
Las tropas ucranianas se retiraron en gran medida de las áreas residenciales de la ciudad, pero no han cedido su posición en la orilla este del río Síverski Donets. Las fuerzas rusas también están presionando desde el norte y el sur para tratar de rodear a los ucranianos, pero hasta ahora han logrado avances limitados.
Ambos bandos dicen que han infligido bajas masivas en la batalla por la ciudad.
El presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó lo que él llama su «operación militar especial» en Ucrania en febrero diciendo que su objetivo era desarmar y «desnazificar» al vecino de Rusia. Kiev y sus aliados dicen que es una guerra de agresión no provocada para capturar territorio. (Reuters)