Las Fuerzas Armadas rusas movilizado 140 embarcaciones, más de 60 aeronaves y 10.000 efectivos para unos ejercicios que comenzaron en enero y que Moscú circunscribe a aguas adyacentes a Rusia.
Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, ha asegurado que las maniobras se extienden por un territorio «sin precedentes» y «prácticamente» imposibilita la navegación en el mar Negro y el mar de Azov. Esto «conlleva consecuencias económicas para la región y, en particular, para las puertos ucranianos», ha lamentado en Twitter.
«Trabajamos estrechamente con los aliados para garantizar que acciones tan agresivas por parte de Rusia (…) reciben una respuesta apropiada», advertió el portavoz.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, salió al paso de las críticas señalando que «todas las maniobras y despliegues de buques Rusia en el mar Negro se realizan en estricto cumplimiento del Derecho marítimo internacional». Acto seguido, ha negado en declaraciones a los medios que haya bloqueo alguno, según la agencia de noticias TASS.
Rusia anunció en estas últimas semanas maniobras militares en varios escenarios, algunos de ello cercanos a Ucrania. Kiev se ha quejado también de los ejercicios conjuntos con Bielorrusia, que aumentan el temor sobre los preparativos para una supuesta invasión. (Europa Press)