El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó ayer del enorme impacto sobre los niños de los devastadores terremotos registrados en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, antes de resaltar que miles de viviendas fueron destruidas, forzando a familias a quedar expuestas a la intemperie en medio de un duro invierno.
“Es el terremoto más potente en la región en casi cien años que tuvo lugar en el peor momento para niños y familias vulnerables en las zonas afectadas», lamentó el portavoz de UNICEF, James Elder. «Miles de casas quedaron destruidas, desplazando a familias y dejándolas expuestas a los elementos en un momento del año en el que las temperaturas habitualmente caen por debajo de los ceros grados y la nieve y las heladas son comunes», especificó.
Elder incidió por ello que en este contexto, y tras más de una década de conflicto, este terremoto es absolutamente insoportable. «Si bien aún no tenemos cifras verificadas, sabemos que múltiples escuelas, hospitales y otras instalaciones médicas y educativas sufrieron daños o quedaron destruidas por los terremotos», señaló.
De esta manera explicó que el foco inmediato en el caso de la respuesta en Siria es garantizar que los niños y familias afectadas tienen acceso a agua potable y servicios de higiene, que son clave para evitar enfermedades en los primeros días de una crisis, así como trabajos de protección social, incluidos esfuerzos para identificar a niños separados y ni acompañados y reunirlos con sus familiares, así como darles ayuda psicológica.
Entre los ejes de acción figuran también la educación, para garantizar que los niños pueden volver a las clases en cuanto sea seguro; la entrega de suministros médicos, para lo que UNICEF, intenta rellenar los huecos inmediatos para todos los suministros a través de los almacenes en Líbano y Jordania; y la entrega de suministros nutricionales a los teatros de operaciones.
En el caso de Turquía, UNICEF está centrando sus esfuerzos» en operaciones de búsqueda y rescate. La instancia está coordinando con el Gobierno y la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) en torno a las necesidades emergentes vinculadas a una respuesta humanitaria más amplia.
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, lamentó que las imágenes en Siria y Turquía tras los terremotos son desgarradoras. «Que el primer terremoto haya sido tan temprano, cuando muchos niños seguían durmiendo, lo hizo más peligroso todavía, y las réplicas siguen trayendo riesgos”, explicó. (Europa Press).