“Combates serios han sucedido en la frontera durante las últimas horas y se ha informado de víctimas mortales. Es imperativo cesar las hostilidades y que se vuelva a la mesa de negociación”, ha afirmado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en un comunicado, que insiste en que todas las partes vuelvan a sus posiciones previas a la escalada tensiones y se respete el alto el fuego que reinaba hasta ahora.
Además, la diplomacia comunitaria se compromete a continuar jugando un papel como “mediador honesto” entre Armenia y Azerbaiyán para “lograr el objetivo común de un Cáucaso seguro, próspero y pacífico”.
En este sentido, la oficina de Borrell ha informado de los contactos del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, con los líderes de ambos países y las correspondientes llamadas del Alto Representante con los ministros de Exteriores armenio y azerí.
Igualmente, el enviado especial de la UE a la región, Toivo Klaar, se desplazará “inmediatamente” a ambos países para ayudar a encontrar la forma de rebajar las tensiones y discutir los próximos pasos en el diálogo auspiciado por Bruselas.
Los últimos choques militares en la frontera se han saldado con la muerte de alrededor de 50 militares armenios, según el balance facilitado por Ereván que denuncia una ofensiva azerí.
PAPEL DE MICHEL
En un mensaje separado en redes sociales, el presidente del Consejo ha pedido un “alto el fuego completo y sostenible”. “No hay alternativa a la paz y la estabilidad y no hay alternativa a la diplomacia para lograr eso”, ha afirmado.
Precisamente Michel ha jugado un papel de mediador en el conflicto desde 2020 y hace tan solo dos semanas reunió en Bruselas a los líderes armenio y azerí para avanzar en los compromisos para la estabilidad en el Cáucaso.
Asimismo, en el marco de la campaña de Bruselas por diversificar los suministradores de energía, el ex primer ministro belga ha viajado recientemente a Azerbaiyán, donde alabó al país como un socio fiable en materia energética.
Armenia y Azerbaiyán protagonizaron un recrudecimiento del conflicto en 2020 por hacerse con el control de Nagorno Karabaj, un territorio con población mayoritariamente armenia que es foco de tensión desde que decidiera separarse en 1988 de la región de Azerbaiyán integrada en la Unión Soviética. (Europa Press).