En la decisión, la jueza Pollyana Kelly Maciel Medeiros Martins Alves reconoce la prescripción de los delitos atribuidos a Lula: lavado de dinero y corrupción. También determina que se extinga la posibilidad de castigo, lo que impide que el exmandatario sea procesado nuevamente en el mismo caso.
La presentación responde a una solicitud del propio Ministerio Público Federal, que en diciembre había reconocido la prescripción de los procesos, debido a la decisión del Supremo Tribunal Federal de anular las decisiones del 13º Tribunal Federal de Curitiba.
En la demanda del triplex, Lula fue acusado de recibir el departamento a cambio de supuestos beneficios a las constructoras.
El expresidente siempre lo negó y dijo que el piso le fue ofrecido a cambio de una participación en la cooperativa que había construido inicialmente el edificio y que había sido comprada por su esposa Marisa, pero que la pareja prefirió devolver la participación.
En una entrevista radial, el expresidente celebró la decisión. “Estoy feliz porque siempre creí que la verdad saldría a la luz”, señaló. (Reuters)