Louisiana (EEUU).- La tormenta tropical Nicholas se arrastró ayer por la costa del Golfo a la altura de Texas y Louisiana, empapando la región con aguaceros torrenciales y dejando a cientos de miles sin electricidad mientras las aguas de las inundaciones y los escombros cubrían las calles del área.
Esta es la segunda gran tormenta que azota la región en las últimas semanas después de que el huracán Ida mató a más de dos docenas de personas en agosto y devastó comunidades en Luisiana cerca de Nueva Orleans.
Se esperaban entre 3 y 7 centímetros de lluvias en áreas aisladas en la costa de Texas y el sur de Luisiana el martes por la tarde, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.
Nicholas estaba a unos 55 kilómetros al sureste de Houston a las 1800 GMT, en dirección este-noreste con vientos máximos sostenidos de 65 kilómetros por hora, dijo el CNH en un boletín.
Se cree que la tormenta avanzará lentamente hacia el noreste a lo largo del día y luego girara hacia el este, moviéndose sobre Luisiana, Misisipi y la península de Florida hasta el jueves.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, advirtió de inundaciones repentinas provocadas por las fuertes lluvias.
«Es vital que tengamos tantos recursos como sea posible para responder a las fuertes lluvias que se pronostican, potenciales inundaciones y subida de ríos en el centro y sur de Luisiana. Insto a todos a estar preparados», dijo por Twitter.
Se espera que la tormenta deje caer de 12 a 25 centímetros de lluvia en la región y posiblemente 50 centímetros en áreas aisladas en el sur de Luisiana hasta el jueves, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.
Al mediodía, más de 94.000 clientes en Luisiana y 422.000 en Texas no tenían electricidad, según un recuento de Reuters, mientras que solo en el área de Houston, más de 288.000 clientes enfrentaron cortes, dijo la empresa de servicios públicos CenterPoint Energy. (Reuters)