A pesar de la rendición de cientos de soldados ucranianos que fueron evacuados de la acería Azovstal en la que resistían la invasión rusa, las tropas de Putin siguen bombardeando con artillería el enclave de la ciudad portuaria, definida como la “Guernica” de la guerra desatada por el líder del Kremlin.
La situación en el que era el último reducto de la resistencia ucraniana en Mariupol, controlada ya por los rusos, es confusa. Rusia mantiene que otros 694 militares ucranianos “se rindieron” durante la pasada jornada en la acería de Azovstal, en Mariupol, con lo que ascienden a 959 los efectivos que sea han entregado “prisioneros” desde el lunes. Por su parte Ucrania habló de una operación de evacuación de los militares que, no obstante, fueron trasladados a territorio ucraniano bajo control ruso.
Se ignora cuál será el destino de estos soldados. Aunque el Gobierno de Kiev ha anunciado que se negocia un intercambio de presos con soldados rusos capturados, no se ha confirmado si quedan militares ucranianos atrincherados en Azovstal y se teme que haya una masacre de quienes aún estén allí y un juicio por terrorismo a quienes fueron hechos prisioneros.
“En Mariupol, militantes de la unidad nacionalista Azov y militares ucranianos bloqueados en la planta de Azovstal continuaron rindiéndose”, indicó el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, general mayor Ígor Konashénkov, en su parte bélico matutino.
“Durante el último día, 694 militantes fueron capturados, incluidos 29 heridos”, añadió. Este número se suma a los 265 soldados ucranianos evacuados el lunes de la acería, entre ellos 51 gravemente heridos, según Rusia.
De esta forma, “un total de 959 militantes han sido hechos prisioneros desde el 16 de mayo, incluidos 80 heridos”, sostuvo Konashénkov. Explicó que en total 51 defensores “necesitan tratamiento hospitalario” y han sido ingresados en un centro de salud de Novoazovsk, localidad controlada por Rusia en la autoproclamada República Popular de Donetsk.
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra en Estados Unidos, el Kremlin podría haber aceptado la rendición condicional de los defensores de Azovstal para acelerar la capacidad de Rusia de declarar Mariupol bajo su control total. Dice también que también podría haber accedido a tal acuerdo para asegurarse una victoria a fin de desviar las críticas en las redes sociales sobre los reveses sufridos al intentar cruzar el río Donetsk y la lentitud general de la invasión.
SOBRE EL TERRENO
El ejército ruso continuó en las últimas horas sus ataques en el este de Ucrania, en la región prorrusa de Donetsk y en el frente de una de sus estratégicas ciudades, Sloviansk, donde trata de reorganizarse y mantener posiciones, informó este miércoles el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas ucranianas en su página de Facebook.
En ese frente, las tropas rusas están llevando a cabo ofensivas en algunas aldeas con el apoyo de varios tipos de artillería, que incluyen el uso de cohetes, señaló el parte militar.
Por su parte, el ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov, dijo que “por muchos motivos, Rusia se está preparando para una larga operación militar. La guerra está entrando en una fase prolongada. Vemos cómo en la región de Kherson, en la región de Zaporizhzhia, los ocupantes rusos están realizando activamente trabajos de ingeniería y fortificación para pasar a la defensa”. (Infobae)