El telescopio espacial James Webb sorprende a los astrónomos y el mundo con las asombrosas nuevas imágenes del universo tomadas por el poderoso instrumento espacial.
La entrada en funcionamiento del instrumento de la NASA, de la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense ha revelado las mejores instantáneas del universo jamás vistas.
“Es una forma completamente nueva de explorar el universo, que marca el comienzo de una nueva era”, señaló la astrónoma Michelle Thaller.
Pero también es una mirada al pasado, pues algunas de las nuevas fotos en realidad son una imagen de lo que ocurría hace millones de años atrás, explica el administrador de la NASA, Bill Nelson.
“La velocidad de la luz es de 186.000 millas por segundo (casi 300.000 km por segundo) y esa luz ha estado viajando durante 13.500 millones de años, solo unos pocos cientos de millones de años después de los inicios del universo. Ese es el umbral que estamos cruzando”, explicó.
La Nebulosa de Carina, también llamada Nebulosa de la Quilla, fue un objetivo clásico del telescopio Hubble, el predecesor de Webb.
Carina es una de las nebulosas más grandes y brillantes del cielo, ubicada aproximadamente a 7.600 años luz de la Tierra.
Las nebulosas son semilleros estelares y son nubes masivas de gas y polvo en las que se están formando nuevas estrellas. En esta imagen del Webb, no vemos muchas estrellas, solo el gas y el polvo.
Los astrónomos se refieren aquí a un «arrecife cósmico», una especie de demarcación entre el polvo en la mitad inferior y luego el gas en la mitad superior. Uno de los objetivos científicos clave de Webb es estudiar cómo se forman las estrellas y Carina es un excelente lugar para hacerlo.
NEBULOSA
El Anillo Sur o nebulosa de los “Ocho Estallidos”, es una esfera gigante de gas y polvo en expansión que ha sido iluminada por una estrella moribunda en el centro.
A medida que las estrellas envejecen, cambian la forma en que generan energía y expulsan sus capas externas. Y luego, cuando la estrella vuelve a calentarse mucho, energizan todo ese material que había despreciado previamente.
El Anillo Sur tiene casi medio año luz de diámetro y se encuentra a unos 2.000 años luz de la Tierra. Este tipo de estructura se llama “nebulosa planetaria”, pero en realidad no tiene nada que ver con los planetas.
Es un nombre inapropiado de los primeros días de los telescopios cuando no tenían la resolución que tienen en la actualidad. Así como el Webb quiere ver cómo nacen las estrellas, también quiere ver cómo mueren.
QUINTETO
DE STEPHAN
A unos 290 millones de años luz de distancia, el Quinteto de Stephan se encuentra en la constelación de Pegaso.
Es notable por ser el primer grupo compacto de galaxias jamás descubierto. Cuatro de las cinco galaxias dentro del quinteto están encerradas en una danza cósmica de repetidos encuentros cercanos.
Esta imagen del telescopio Webb no se ve tan diferente de la versión del telescopio Hubble a primera vista, pero la sensibilidad infrarroja del nuevo telescopio mostrará diferentes características para que los astrónomos las estudien.
Webb trabajó junto con el Hubble. Tienen diferentes fortalezas y poder comparar y contrastar les dará a los científicos una nueva dimensión a sus estudios.
El pasdo lunes, el Webb ya había presentado su primera imagen del espacio profundo.
GALAXIAS
En la imagen revelada el lunes se puede ver un cúmulo de galaxias en la constelación del Hemisferio Sur de Volans, conocido con el nombre técnico de SMACS 0723.
El cúmulo en sí no está tan lejano, “solo” a unos 4.600 millones de años luz de distancia.
Pero la gran masa de este cúmulo ha desviado y magnificado la luz de los objetos que están mucho, mucho más lejos. Eso es un efecto gravitacional, como el equivalente astronómico de una lente de para un telescopio.
El James Webb, con su espejo dorado de 6,5 m de ancho e instrumentos infrarrojos supersensibles, ha logrado detectar en la imagen la forma distorsionada (los arcos rojos) de galaxias que existieron apenas 600 millones de años después del Big Bang (el Universo tiene 13.800 millones de años).
Es posible que hayas oído hablar del telescopio espacial Hubble, lanzado en 1990.
Además, el instrumento ha tenido un gran impacto en nuestra comprensión del universo. Pero los científicos están muy entusiasmados con el potencial del nuevo telescopio James Webb y con lo que podríamos aprender a medida que observa las profundidades del Universo.
“El Webb ha revelado galaxias enteras que el Hubble no podía ver, mostró detalles y estructuras subyacentes que no eran visibles en las imágenes del Hubble, y nos dio una vista previa increíble de lo que está por venir”, apuntó Emma Curtis-Lake, miembro del STFC Webb en la Universidad de Hertfordshire, Reino Unido.
El Hubble solía mirar al cielo durante semanas para producir este tipo de resultados, pero el Webb es capaz de producir imágenes ricas mucho más rápidamente.
“Lo que Webb logró en 12 horas es realmente sorprendente en comparación con lo que Hubble logró en alrededor de 10 días”, indicó Curtis-Lake. “¡Y hay mucho más por venir!”, dijo entusiasmada. (BBC Mundo)
Construcción de equipo
Tres décadas de espera. Ese es el tiempo que llevó diseñar, construir, lanzar y configurar el telescopio espacial más poderoso jamás concebido.
Hubo muchas veces durante esos 30 años en que pensamos que este día nunca llegaría; momentos cruciales en los que el proyecto superó tanto el presupuesto y se atrasó tanto en el cronograma previsto que esperábamos que el Congreso de los Estados Unidos desechara el James Webb.
Gracias a Dios que se mantuvieron. Las primeras imágenes del nuevo telescopio, incluso las imágenes de prueba recopiladas por los ingenieros durante los últimos seis meses de instalación, han sido impresionantes.
En parte es el increíble detalle que puede ver en las imágenes, gracias al espejo primario de 6,5 m de ancho del Webb y a los instrumentos infrarrojos de alta fidelidad.
Pero también es asombrosa la velocidad a la que el Webb puede trabajar. Puede producir datos en cuestión de horas, mientras que el Hubble hubiera tardado semanas en hacer lo mismo. Estoy ansioso por lo que traerá el futuro.