El Ministerio de Virtudes y Vicios de Afganistán estableció esta semana nueve normas, informó ayer un portavoz del Gobierno, centradas en gran medida en la prohibición de cualquier medio de comunicación que contravenga los «valores islámicos o afganos».
Algunos edictos estaban dirigidos específicamente a las mujeres, una medida que probablemente suscite preocupación entre la comunidad internacional.
«Aquellas obras (…) o programas en las que actúen mujeres no deben emitirse», decían las normas, y añadían que las periodistas que salieran al aire debían llevar el «hiyab islámico», sin definir qué significaba eso.
Aunque la mayoría de las mujeres de Afganistán llevan pañuelos en la cabeza en público, las declaraciones de los talibanes que las mujeres deben llevar «hiyab islámico» han preocupado a menudo en el pasado a los activistas por los derechos de las mujeres, quienes dicen que el término es vago y podría interpretarse de forma conservadora.
Las normas suscitaron críticas de la organización Human Rights Watch (HRW), que afirmó que la libertad de los medios de comunicación se está deteriorando en el país.
«La desaparición de cualquier espacio para la disidencia y el empeoramiento de las restricciones para las mujeres en los medios de comunicación y las artes es devastador», dijo Patricia Gossman, directora asociada para Asia de HRW, en un comunicado.
Aunque los funcionarios talibanes han tratado de asegurar públicamente a las mujeres y a la comunidad internacional que los derechos de las mujeres serán protegidos desde que tomaron el control de Afganistán el 15 de agosto, muchos han permanecido escépticos.
Durante el anterior gobierno de talibán se impusieron estrictas restricciones a la capacidad de las mujeres para salir de casa, a menos que estuvieran acompañadas por un pariente masculino o para recibir educación. (Reuters)