El sismo de 6,1 grados de magnitud que sacudió el este del país en la madrugada del miércoles destruyó o dañó 10.000 viviendas e hirió a unas 2.000 personas, poniendo a prueba el frágil sistema sanitario del país y suponiendo un enorme desafío para los talibanes en el poder.
“El Emirato Islámico pide al mundo que dé a los afganos su derecho más básico, que es el derecho a la vida, y eso pasa por el levantamiento de las sanciones y la descongelación de nuestros activos y también por la prestación de asistencia”, declaró a Reuters Abdul Qahar Balkhi, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Aunque la ayuda humanitaria sigue llegando a Afganistán, los fondos necesarios para el desarrollo a más largo plazo se interrumpieron cuando los talibanes tomaron el control del país en agosto de 2021 al retirarse las fuerzas extranjeras.
La administración del grupo islamista no está reconocida formalmente por los gobiernos internacionales.
Miles de millones de dólares en reservas del banco central afgano permanecen congelados en el extranjero y las sanciones obstaculizan el sector bancario en un momento en que Occidente presiona para que se hagan concesiones en materia de derechos humanos.
Los gobiernos occidentales están especialmente preocupados por los derechos de las mujeres y las niñas a estudiar y trabajar bajo el régimen talibán. En marzo, el grupo impidió la apertura de escuelas secundarias para niñas.
Consultado por el tema, Balkhi dijo que el derecho de los afganos a los fondos para salvar vidas debe ser la prioridad, y añadió que la comunidad internacional maneja las preocupaciones sobre los derechos humanos de forma diferente según el país del que se trate.
“¿Es esta norma universal? Porque Estados Unidos acaba de aprobar una ley antiaborto”, dijo Balkhi, refiriéndose a la anulación el viernes por parte del Tribunal Supremo de la histórica sentencia Roe contra Wade, que reconocía el derecho de la mujer al aborto.
“Dieciséis países del mundo han quitado los derechos a las minorías religiosas, especialmente a los musulmanes… ¿también se enfrentan a sanciones porque están violando derechos?”, preguntó.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo ayer que el Gobierno estadounidense estaba trabajando en “asuntos complicados sobre el uso de estos fondos (congelados del banco central) para garantizar que beneficien al pueblo de Afganistán y no a los talibanes”. (Reuters)