Las autoridades taiwanesas también denunciaron como una medida de presión de Pekín para reivindicar su soberanía sobre el territorio.
El Ministerio ha confirmado que esta última incursión incluía seis cazas chinos J-11 y seis J-16, así como dos bombarderos H-6. Como en otras tantas ocasiones, el Ejército de Taiwán ha entrado en estado de alerta para responder a la incursión y avisar a los aparatos chinos de que abandonen la zona inmediatamente.
Los aparatos chinos volaron hacia el sur de Taiwán a través del canal Bashi, que separa la isla de Filipinas, así como una zona al noreste de las islas Pratas, controladas por Taiwán, en el extremo norte del mar de China Meridional, según un mapa del Ministerio.
Las autoridades taiwanesas llegaron a denunciar 13 incursiones chinas solo durante el mes de febrero y más de una treintena desde principios de año, en especial la ocurrida el 23 de enero, cuando 39 aviones de combate chinos entraron en espacio aéreo taiwanés.
Las relaciones entre Pekín y Taipei quedaron suspendidas en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista chino Kuomintang, encabezado por Chiang Kai Shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista de China y se trasladaran a la isla de Taiwán.
Los vínculos entre Taiwán y la China continental solo se restablecieron a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980. China considera a Taiwán como su provincia rebelde, pese a que la isla ha declarado su independencia y cuenta con el apoyo del gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea. (Europa Press)