El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, advirtió ayer que las protestas y actos antidemocráticos que se oponen a los resultados de las elecciones serán combatidos con la ley y sus responsables castigados.
«No hay que contestar un resultado democrático con movimientos ilícitos, antidemocráticos, criminales, que serán combatidos y los responsables castigados con la ley. La democracia venció de nuevo en Brasil», enfatizó el también magistrado del Tribunal Supremo.
De Moraes advirtió de que aquellos que de manera criminal no acepten los resultados y lleven a cabo actos antidemocráticos, «serán tratados como criminales», en un momento en el que continúan las movilizaciones en las se piden al Ejército que intervenga y dé un golpe de Estado a las instituciones.
Por otro lado, también quiso destacar la rapidez y eficacia con la que funcionaron las urnas electrónicas, objetivo de Bolsonaro que las acusó de poco fiables, señalando que tan solo tres horas después de que cerraran los colegios, las autoridades electorales ya tenían confirmada la candidatura vencedora.
Desde que se confirmó el triunfo de Lula da Silva, centenares de seguidores de Jair Bolsonaro comenzaron a bloquear las vías de acceso de las principales ciudades de todo el país, con acampadas incluso en Sao Paulo frente a una de las sedes del Ejército para pedir entre rezos un golpe de Estado.
En algunos lugares como en el estado Santa Catalina se denunció el uso de menores de edad como una suerte de escudos humanos durante los bloqueos e incluso se llegó a ver a decenas de personas jurar bandera bajo el saludo nazi.
A pesar de que el propio Bolsonaro pidió a sus seguidores que levantaran los bloqueos, estos continúan entre críticas a la Policía Rodoviária Federal (PRF), que depende del Gobierno central, a la que se acusa de no estar actuando tan diligentemente como debería.
El ministro de Justicia, Anderson Torres, publicó en su perfil de Twitter que ayer se registraban 158 bloqueos y que ese número viene disminuyendo.
La Policía Federal de Carreteras informó, por su parte, que 834 bloqueos, entre parciales y totales, fueron controlados en todo el país desde el comienzo de las manifestaciones en la noche del último domingo y que el número de estados afectados bajó de 15 para 12.
No obstante, Bolsonaro evitó criticar otras protestas, como las ocurridas el mismo miércoles a las puertas de decenas de cuarteles del país y en las que sus simpatizantes exigieron una intervención militar para impedir la investidura de Lula.
El movimiento de los camioneros perdió fuerza después de que el mandatario reconoció el martes su derrota, tras 44 horas de silencio, y determinó la apertura del proceso de transición con el equipo de Lula, previsto ayer. (Infobae).