“Quiero que se imaginen mi cara, la de mi marido, mientras leemos el certificado de defunción de nuestra hija”, dijo entre lágrimas Kimberly Rubio, cuya hija Lexi murió en el tiroteo en una escuela primaria de Uvalde (Texas) el 24 de mayo.
En el ataque, perpetrado por un joven armado con un rifle militar semiautomático, murieron 19 niños y dos profesores. “Hay una pregunta que debería estar en su mente”, dijo Rubio sobre los legisladores estadounidenses. “¿Qué pasaría si el pistolero nunca hubiera tenido acceso a un arma de asalto?”.
Un vídeo publicado el martes muestra al tirador entrando tranquilamente en la escuela primaria Robb, de Uvalde, antes de dirigirse a dos aulas y empezar a disparar. En las imágenes aparecen agentes de policía arremolinados en los pasillos durante más de una hora hasta que, finalmente, entran y matan al autor de la masacre. El vídeo ha enfurecido a los padres de los niños que murieron en la matanza.
“Nuestro país tiene un problema, un gran problema”, señaló por su parte Abby Brosio, que sobrevivió al tiroteo de Highland Park, a las afueras de Chicago, el 4 de julio. En ese caso, un hombre armado con un rifle semiautomático disparó desde un tejado mientras tenía lugar el desfile del Día de la Independencia. En el tiroteo murieron 7 personas y más de 30 resultaron heridas.
Esta noticia llega después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que las armas de fuego están convirtiendo los barrios estadounidenses en “campos de exterminio” y se comprometió a restablecer la prohibición de los fusiles de asalto.
En una ceremonia en la Casa Blanca, con motivo de la nueva ley de control de armas que promulgó el 25 de junio, Biden dijo que esa norma implicaba el primer progreso significativo en 30 años, pero que no iba lo suficientemente lejos. “En los últimos años, nuestras escuelas, lugares de culto, centros de trabajo, tiendas, festivales de música, discotecas y tantos otros sitios cotidianos se han convertido en campos de exterminio”, aseveró.
Citó los recientes tiroteos que dejaron 19 niños y dos profesores muertos en la escuela primaria de Uvalde (Texas), 10 muertos en un supermercado de Buffalo (Nueva York) y siete muertos en un desfile del 4 de julio en Highland Park (Illinois). “Los barrios y las calles también se han convertido en campos de exterminio”, expresó el presidente y añadió que todos los días hay “asesinatos trágicos que no aparecen en los titulares”. (Diario Semana, España)