La Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (Pagasa) ha informado de que la tormenta ha tocado tierra en la isla principal de Filipinas, Luzón.
‘Noru’ ha tocado tierra por primera vez a las 17:30 horas cerca de Burdeos, en la isla de Quezón, y ha arribado a Dingalán, en la provincia de Aurora, isla de Luzón, sobre las 20:20 horas.
Su trayectoria claramente lo lleva hacia el oeste y avanza a unos 20 kilómetros por hora, por lo que se prevé que afecte en las próximas horas a Manila.
Al tocar tierra la tormenta se ha debilitado ligeramente, pero muchas zonas continúan en Nivel 5 de alerta. La Pagasa ha emitido alerta roja por posibles inundaciones graves para Manila, Bulacán, Rizal, Nueva Écija.
Además, en las próximas 12 horas hay un aviso de alerta de Nivel 4, por lo que podría causar importantes daños materiales y suponer una amenaza para la vida la zona circundante. También se ha alertado por lluvias de moderadas a intensas en Tarlac, Zambales, Bataan, Pampanga, Bulacan, Cavite y Batangas.
Más de 1.200 personas se encuentran aisladas en Calabarzón y Bicol, según ha informado la Guardia Costera de Filipinas y recoge la televisión ABS-CBN.
Otras 300 han tenido que abandonar ya sus hogares en Dingalan, en la provincia de Aurora, según el Consejo Nacional de Reducción del Riesgo y
Gestión de Desastres (CNRRGD), que alerta de próximas evacuaciones en la zona.
Mientras, el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., ha anunciado la suspensión de la actividad en el sector público y en la educación para este lunes en la isla de Luzón. Marcos ha publicado en Facebook que ha aprobado la recomendación del CNRRGD.
Por otra parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha anunciado que se prepara ya para atender a los menores y familiares afectados por el supertifón.
“La organización dispone suministros de emergencia como tiendas de campaña, tabletas potabilizadoras de agua y kits de higiene para su distribución inmediata a las comunidades más vulnerables”, ha explicado UNICEF en un comunicado.
“La crisis climática y la pandemia de covid-19 ya se han cobrado un alto precio en los niños y niñas de Filipinas. Para poder crecer felices y saludables, los niños y niñas necesitan seguridad y estabilidad, especialmente durante las emergencias”, ha apuntado la representante de UNICEF para Filipinas, Oyunsaijan Dendevnorov. (Europa Press).