«Estoy comprometido a trabajar con China en lo que pueda suponer un avance para los intereses estadounidenses y beneficie al mundo. Pero no se equivoquen: como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger nuestro país. Y así lo hicimos», dijo en su discurso del estado de la Unión.
Biden aseguró que, en su reunión con el presidente de China, Xi Jinping, celebrada en Bali el pasado mes de noviembre en paralelo a la cumbre del G20, le dijo que lo que debían buscar entre ellos es competencia, no conflicto.
Además, dijo que no piensa pedir perdón por apostar por esa competencia e invertir para hacer Estados Unidos fuerte por la innovación, por industrias que definirán el futuro y que China trata de dominar.
Por su parte, el régimen chino respondió ayer al mensaje de Biden. «Defenderemos con firmeza la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China», dijo la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, que urgió a Estados Unidos a trabajar con China para devolver las relaciones sino estadounidenses a la senda del desarrollo sano y estable.
En su mensaje anual ante el Congreso, Biden defendió además seguir invirtiendo, junto a sus aliados, para proteger las tecnologías avanzadas e impedir que se utilicen contra EEUU, y modernizar las fuerzas armadas para salvaguardar la estabilidad y evitar las agresiones.
Biden consideró que Estados Unidos tiene en este momento la posición más fuerte en décadas para competir con China o con cualquier otro en el mundo.
Por otro lado, recalcó que en los últimos dos años en los que el mundo pasó la pandemia del covid-19, las democracias se volvieron más fuertes, y no más débiles, mientras las autocracias se convirtieron en más débiles, y no más fuertes.
Las ya complicadas relaciones entre Estados Unidos y China, se convirtió más tenso considerablemente en los últimos días luego de que se descubriera un globo espía chino sobrevolando el territorio estadounidense.
Biden tuvo conocimiento de la existencia del globo hace una semana y el Pentágono lo confirmó el pasado jueves. El globo atravesó el país durante varios días y fue abatido el sábado cuando estaba ya sobre el Atlántico.
La aparición del globo provocó que el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, suspendiera su viaje a Beijing, un enfriamiento de las relaciones. Una visita que Estados Unidos había vendido como una oportunidad para relajar las tensiones, limar asperezas y evitar que la competencia o las disyuntivas entre ambos países puedan acabar en un conflicto. (Infobae)