El incendio en el recinto de Balashikha, donde se vendía material de construcción y piezas de decoración, comenzó en una zona de almacenes y posteriormente se expandió a parte del edificio. Un guardia de seguridad fue hospitalizado por inhalación de humo.
Los equipos de bomberos lograron contenerlo en una zona de unos 9.000 metros cuadrados (97.000 pies cuadrados) e impedir que envolviera todo el edificio.
Las autoridades atribuyeron el desastre a un cortocircuito en un día de intensas lluvias en Moscú.
Otro incendio destruyó el viernes el enorme establecimiento de material de construcción OBI, que formaba parte del centro comercial MEGA en Khimki, en las afueras al noroeste de la capital rusa.
En primera instancia, las agencias de noticias locales apuntaron a un incendio provocado, aunque después citaron fuentes que negaban un acto deliberado y señalaban las violaciones de la normativa de seguridad. Un guardia murió por el siniestro.
En Rusia, donde las normas de seguridad suelen ser poco estrictas, se han producido varios incendios mortales en locales de ocio en los últimos años.
El mes pasado, un incendio mató a 13 personas en un bar de la ciudad de Kostroma. Al parecer, un hombre ebrio había disparado una pistola de bengalas en el interior, pero las normas inadecuadas de seguridad contra incendios causaron el gran número de muertes, según las autoridades.
En 2018, un incendio mató a 60 personas en un centro comercial de la ciudad siberiana de Kemerovo. En 2009, otro incendio en un club nocturno de la ciudad de Perm, en los Urales, causó 156 muertos.
Pero en el marco de la guerra en Ucrania, los recientes ataques de Kiev sobre bases enemigas alejadas de la frontera, elevaron los temores sobre nuevas ofensivas en territorio ruso. (Infobae)