El pleno de la Asamblea Nacional de Ecuador retomó ayer el debate sobre el pedido de destitución del presidente Guillermo Lasso, propuesto por la bancada de Unión Por la Esperanza (Unes).
Para la jornada se han inscrito 44 legisladores para apoyar o rechazar las pretensiones del correísmo. Esto, en un país caotizado por 14 días, con bloqueo de las vías y boicot a los negocios y a la economía en general.
En la primera sesión del sábado, que se extendió hasta la madrugada del domingo, el mandatario encargó al secretario Jurídico de la Presidencia, Fabián Pozo, sus argumentos de descargo. Pozo leyó una carta con la que defendió la continuidad de Lasso y desvirtuó las acusaciones correístas.
Ante los señalamientos al presidente por no resolver la situación del país, que el pedido destitución traduce en «grave crisis política y conmoción interna», Lasso aseguró, en voz de Pozo, que los asambleístas no han presentado ninguna prueba que sustente eso. Apuntó, más bien, a que lo que se está buscando es desestabilizar la democracia al haber forzado la violencia en las protestas que iniciaron hace 13 días.
«Asuntos como la destitución del presidente no se pueden tomar a la ligera. La solicitud de destitución debería ser rechazada por los legisladores demócratas», argumentó Lasso en su misiva.
El mandatario, a través de Pozo, hizo un repaso de las medidas económicas implementadas en estos trece meses de Gobierno, aunque reconoció que el país enfrenta problemas que deben ser resueltos cuanto antes, especialmente en el sector rural.
Entre sus argumentos, el correísmo también apeló al supuesto incumplimiento del plan de trabajo presentado para ser candidato a la Presidencia de la República. Lasso dijo que eso no es motivo de destitución en la Asamblea, sino de un proceso revocatorio.
De todas maneras, hizo un repaso a las mejoras que se habrían hecho en diferentes áreas como en educación, vacunación, vivienda o por el medio ambiente.
«Llama la atención que los asambleístas de la bancada de Unes pretendan impulsar el proceso de destitución del presidente de la República por un supuesto abuso de la declaratoria de los estado de excepción cuando su base política jamás reaccionó cuando el exmandatario Rafael Correa, durante su Gobierno, emitió 90 decretos declarando el estado de excepción», señaló la misiva.
«Durante el Gobierno de los enemigos de la paz el Ecuador vivió más de 3.975 días en estado de excepción, es decir, diez años y diez meses. Esto demuestra que los enemigos del Ecuador fiscalizan a su conveniencia. Cuando realmente hubo un abuso de esa figura callaron», continuó la carta de defensa.
Pasadas las 20:00 del sábado se abrió el debate de los legisladores. La primera en hablar fue la asambleísta correísta Patricia Nuñez, que es la proponente del pedido de destitución.En total, 41 asambleístas se inscribieron para intervenir en esa primera jornada, entre ellos la expresidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori, por lo que se extendió por varias horas. Fue suspendida a las 01:45 de hoy y se retomó a las 16:00.El presidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, ya había advertido que se sumaron cerca de 40 pedidos más de palabra por parte de los legisladores y en consideración de que todos tienen el derecho de expresar sus puntos de vista, suspendió la sesión 782 que ya llevaba más de 8 horas de desarrollo para que continuará hoy. (Expreso)