San Salvador.- En el principal mercado de artesanías de la capital salvadoreña los comerciantes están preocupados porque, a menos de una semana para que el bitcóin se convierta en moneda de curso legal en el país, aseguran que ninguna autoridad ha llegado a explicarles cómo funcionará ni los publicitados beneficios de su uso.
La sensación no es exclusiva del mercado «Excuartel», sino que se repite en otros lados del pequeño país de 6,4 millones de habitantes que el martes se convertirá en el primero del mundo en adoptar el bitcóin como moneda de curso legal.
«No conocemos la moneda (bitcóin), no sabemos la procedencia, no sabemos si nos va a generar ganancias o pérdidas. No sabemos nada», dijo a Reuters Claudia Molina, una vendedora de camisetas y recuerdos, de 42 años.
«No nos han dado una capacitación, no nos han dicho qué vamos a ocupar o (cómo) hacer el cambio», agregó.
En «Excuartel», un lugar muy frecuentado por turistas, el gobierno del presidente Nayib Bukele ha instalado uno de los 200 cajeros automáticos de la billetera digital Chivo, que permitiría convertir la criptomoneda en dólares estadounidenses y retirarlos en efectivo sin comisiones.
Sin embargo, la mayoría de casi una veintena de comerciantes y transeúntes entrevistados por Reuters dijo que no participará de la iniciativa, al menos en un primer momento.
Ya en julio, de acuerdo a una encuesta local, tres de cada cuatro salvadoreños consideraban desacertado el plan en torno al bitcóin. Y, la semana pasada, unas 1,500 personas protestaron frente al Ministerio de Hacienda con carteles de «No al bitcóin. No al lavado de dinero corrupto».
SIN MIEDO
Bukele ha defendido su iniciativa asegurando que el uso del activo digital será opcional en el dolarizado país y que pueda eliminar las comisiones que pagan los salvadoreños en el extranjero para enviar remesas a sus familiares en casa.
Más de 2.5 millones de salvadoreños viven en el exterior -la gran mayoría en Estados Unidos- y en 2020 enviaron casi 6,000 millones de dólares, equivalentes a un 23% del PIB del país, uno de las ratios más altas del mundo.
«La oposición torpe siempre juega ajedrez de un paso. Han apostado todo a meterle miedo a la población sobre la Ley bitcóin y puede que logren algo, pero solo hasta el 7 de septiembre», escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
«Una vez en vigencia, la gente verá los beneficios, quedarán como mentirosos y perderán doble», agregó. «¿Y qué pasa si alguien no quiere usar bitcóin? Pues, nada. No baje la aplicación y siga su vida normal. Nadie le va a quitar sus dólares, como dice la oposición».
El miércoles por la mañana, el bitcóin cotizaba en alrededor de 47,500 dólares.
En plan de Bukele incluye un bono de 30 dólares equivalentes en bitcóin para quienes usen la billetera electrónica gubernamental «Chivo», una palabra local para denominar a algo «bueno» o «bonito».
PREOCUPACIÓN
Las voces que se han manifestado en contra de la medida auspiciada por Bukele, un joven gobernante acusado por sus adversarios de querer acaparar el poder, afirman que el uso de bitcóin supone mucho riesgo dada la alta volatilidad de la criptomoneda y ante el peligro que esta sea usada para encubrir operaciones ilegales.
«La Ley bitcóin de El Salvador promete muchas sorpresas, consecuencias no deseadas y costos que no se han considerado», dijo Steve Hanke, economista de la Universidad Johns Hopkins.
El especialista aseguró que «es inconcebible» que la nueva norma pueda escapar de las directrices del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), una institución que combate el blanqueo de capitales. «Lo último que necesita El Salvador es una advertencia de GAFI», agregó.
Desde que El Salvador adoptó el dólar como moneda de curso legal en 2001, su inflación anual promedio ha sido del 2%, una de las más bajas de Latinoamérica. Por ello, muchos en el empobrecido país se preguntan por qué introducir una criptomoneda que ha llegado a fluctuar 2,500 dólares en horas.
El Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han hecho la misma observación y se han negado a colaborar con el país para su implementación citando preocupaciones medioambientales y de transparencia.
Y mientras se acerca el debut, los mercados ya han reaccionado. Tras la aprobación de la Ley bitcóin, Moody’s rebajó la calificación de El Salvador y los bonos soberanos en dólares han estado bajo presión.
«Mejor prefiero el dólar, porque como uno ya lo conoce y lo conoce bien, no hay ningún problema. Pero ese dinero (bitcóin) como no lo conocemos, no sabemos cómo va a funcionar», se lamentó José Guardado, un agricultor de 48 años en el municipio Aguilares, al norte de San Salvador.
Analistas y opositores sostienen que el anonimato de bitcoin podría ayudar a incrementar el lavado de dinero y citaron una lista de funcionarios corruptos que el Departamento de Estado parte en julio y que implica a 14 salvadoreños, incluyendo a la jefa del gabinete, Carolina Recinos.
«Los mercados nos están diciendo que las tendencias autoritarias de Bukele y las ideas descabelladas de las criptomonedas resultarán en un caos monetario y un colapso económico», opinó Hanke. «Para Estados Unidos, esto significaría una nueva ola de migrantes de un inestable estado fallido de Centroamérica». (Reuters)