Reuters no pudo verificar de forma independiente la causa de las explosiones. Kiev goza de una relativa calma desde que las fuerzas de invasión rusas fracasaron en su intento de capturarla ante la dura resistencia ucraniana y se retiraron hace varias semanas, pero sigue siendo vulnerable al armamento pesado de mayor alcance.
Las explosiones sacudieron el céntrico barrio de Shevchenko de Kiev y los tres heridos han sido hospitalizados, según informó el alcalde Vitali Klitschko en un mensaje de Twitter.
El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, y el de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmaron que las explosiones fueron causadas por misiles rusos. Testigos de Reuters habían informado antes de que se habían oído dos explosiones.
Las explosiones se produjeron después de que el jefe de la ONU, Guterres, concluyó las conversaciones con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, centradas en los esfuerzos para evacuar a los civiles del puerto meridional de Mariúpol, asediado por Rusia.
Guterres declaró a la emisora portuguesa RTP al ser consultado por las explosiones «hubo un atentado en Kiev (…) me conmocionó, no porque yo esté aquí, sino porque Kiev es una ciudad sagrada tanto para los ucranianos como para los rusos».
El jefe de gabinete de Zelenski, Andriy Yermak, señaló que las explosiones eran «la prueba de que necesitamos una rápida victoria sobre Rusia (…) Debemos actuar rápidamente: más armas, más esfuerzos humanitarios (…) porque cada día Ucrania paga un alto precio por la protección de la democracia y la libertad».
En respuesta a las reiteradas peticiones ucranianas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió el jueves al Congreso 33.000 millones de dólares para apoyar a Kiev, un enorme aumento que incluye más de 20.000 millones de dólares para armas y municiones.
El paquete, que también incluye 8.500 millones de dólares en asistencia económica directa y 3.000 millones en ayuda humanitaria y de seguridad alimentaria, forma parte de los esfuerzos de Estados Unidos para aislar y castigar a Rusia por la invasión del 24 de febrero, que ha arrasado ciudades y empujado a más de cinco millones de personas al extranjero. (Reuters)