El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió ayer a Rusia que no use un arma nuclear en la guerra con Ucrania y dijo que tal escalada sería un grave error.
Periodistas le preguntaron si cree que Rusia está preparando un ataque con bomba sucia del que luego culparía a Ucrania, Biden dijo: «Rusia estaría cometiendo un error increíblemente grave si usara un arma nuclear táctica».
Estados Unidos está preocupado de que las alegaciones falsas por parte de Rusia de que Ucrania planea utilizar una “bomba sucia” sean utilizadas como pretexto para una mayor escalada en el territorio ucraniano.
«Rechazamos la alegación claramente falsa de Rusia de que Ucrania se está preparando para utilizar una bomba sucia en su propio territorio», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre en rueda de prensa.
Jean-Pierre recordó que el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, informó de una conversación telefónica con el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, para invitar a un equipo de expertos para que inspeccione las instalaciones ucranianas.
En paralelo, Kuleba reveló en Twitter que habló con su homólogo estadounidense, Antony Blinken, y que ambos coincidieron en que la campaña de desinformación de Rusia sobre la «bomba sucia» podría tener como objetivo crear un pretexto para una operación de falsa bandera por parte de Rusia, es decir, una operación encubierta diseñada para aparecer como llevada a cabo por otro.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que la amenaza del posible uso de una “bomba sucia” por parte de las autoridades de Ucrania es “real”.
«Que haya desconfianza hacia la información proporcionada por la parte rusa no significa que la amenaza del uso de una bomba sucia no existe. La amenaza es real», dijo Peskov, quien agregó que esa información fue comunicada por el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, a sus homólogos de EEUU, el Reino Unido y Francia.
¿QUÉ ES UNA BOMBA SUCIA?
También conocida como arma radiológica, la bomba sucia es un explosivo convencional, como por ejemplo la dinamita, enriquecido con material radiactivo que se disemina al estallar el explosivo, siguiendo una doctrina de uso similar a la de las armas químicas.
A pesar de contener elementos radiactivos, las bombas sucias no son armas atómicas, que requieren una compleja reacción nuclear de fusión, y su alcance y el daño que pueden generar es solo una fracción ínfima del que es capaz el armamento atómico.
En el caso de las bombas sucias, el elemento radiactivo apenas eleva directamente la letalidad del explosivo, pero en teoría sí podría generar una contaminación en el área afectada que amplifica los efectos de un ataque con armamento convencional.
Sin embargo, la dispersión provocada por el explosivo genera un efecto de dilución del contaminante en el ambiente, reduciendo drásticamente la dosis radiactiva que sufrirían las potenciales víctimas.
Por ello, por encima de sus posibles efectos destructivos, los expertos señalan la capacidad que este armamento tiene de generar alarma entre la población. (Infobae).