Rusia anunció ayer el inicio de una ofensiva en dos direcciones en el este de Ucrania y ha asegurado que ha logrado hacerse con “líneas y posiciones más ventajosas”, en el marco de la invasión del país, desatada el 24 de febrero por orden del presidente ruso, Vladímir Putin.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, ha manifestado que estas ofensivas han sido lanzadas en dirección a Krasno-Limansk y ha subrayado que “el enemigo, usando tres grupos de asalto reforzados por vehículos blindados, ha realizado intentos de contraataque que no han tenido éxito en dirección a los asentamientos de Zhitlovka, Ploschanka y Kolomichija, en la República Popular de Lugansk”.
Así, ha indicado que en los combates en esta dirección han muerto 65 militares ucranianos, mientras que dos vehículos blindados y dos camiones han sido destruidos, según ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
“Además, tres grupos ucranianos de sabotaje y reconocimiento y tres patrullas de morteros de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron destruidos en las áreas de la aldea de Chernovaya Dibrova, así como en el bosque de Serebrianski, en la República Popular de Lugansk”, ha añadido.
Konashenkov ha apuntado además que otros 40 militares ucranianos han muerto en enfrentamientos en dirección a Donetsk, mientras que en Kupiansk “el fuego de artillería ha provocado la derrota de la acumulación de personal y equipamiento militar de las Fueras Armadas ucranianas en áreas de los asentamientos de Sinkovka, Tabaevka y Krajmalnoye, en la región de Járkov”, donde habrían muerto más de 30 soldados de Ucrania. (Madrid, Europa Press).