La medida del gigante ruso del gas es la última represalia a las sanciones occidentales impuestas a Moscú tras su invasión de Ucrania el 24 de febrero, lo que ha intensificado su batalla económica con Bruselas y ha hecho subir los precios del gas en Europa.
Gazprom dijo ayer que había cortado por completo el suministro de gas al comerciante de gas neerlandés GasTerra.
Más tarde afirmó que también interrumpirá a partir de hoy los flujos de gas a la danesa Orsted y a Shell Energy por su contrato de suministro de gas a Alemania, después de que ambas dejaron de pagar en rublos. [L6N2XN0AQ]
Los anuncios se producen tras el acuerdo alcanzado el lunes por los líderes de la Unión Europea de reducir las importaciones de petróleo ruso en un 90% para finales de año, la respuesta más dura del bloque a la invasión.
GasTerra, que compra y comercializa gas en nombre del gobierno neerlandés, dijo que había contratado en otro lugar los 2.000 millones de metros cúbicos de gas que esperaba recibir de Gazprom hasta octubre.
El portavoz del Ministerio de Economía, Pieter ten Bruggencate, afirmó que «todavía no se considera una amenaza para el suministro».
Orsted, que también indicó que no hay riesgo inmediato para el suministro de gas de Dinamarca, afirmó el martes que recurrirá al mercado europeo de gas para llenar el vacío.
«El gas para Dinamarca deberá comprarse, en mayor medida, en el mercado europeo del gas. Esperamos que esto sea posible», dijo el
presidente ejecutivo de Orsted, Mads Nipper, en un comunicado poco después del anuncio de Gazprom.
El contrato de gas referencial a mes más cercano subió cerca de un 5% ayer por la tarde, situándose en torno a los 91,05 euros/MWh, muy por debajo aún de los máximos de más de 300 euros/MWh alcanzados a principios de marzo.
«Aunque el mercado esperaba en gran medida el corte para ambas compañías, este acontecimiento hará que el equilibrio entre la oferta y la demanda sea mucho más ajustado», dijo en Twitter el analista de ICIS Tom Marzec-Manser.
Los flujos de gas ruso a Alemania a través del gasoducto Nord Stream cayeron ayer, lo que, según los analistas, se debió probablemente al corte en Países Bajos.
Moscú ya había interrumpido el suministro de gas natural a Bulgaria, Polonia y Finlandia alegando su negativa a pagar en rublos, una exigencia realizada en respuesta a las sanciones occidentales que han aislado a Rusia.
Los cortes de suministro han disparado los precios del gas, ya de por sí elevados, acelerando la inflación y llevando a gobiernos y empresas europeas a buscar fuentes alternativas y la infraestructura necesaria para gestionarlas, como las unidades flotantes de almacenamiento y regasificación. (Reuters)