Los Gobiernos europeos temen que Moscú prolongue el corte en represalia por las sanciones occidentales impuestas tras la invasión de Ucrania y han acusado a Rusia de usar el suministro energético como «arma de guerra». Moscú lo niega y ha alegado razones técnicas para los cortes.
El gigante energético estatal ruso Gazprom dijo que Nord Stream 1, la mayor fuente de gas para su principal cliente, Alemania, estará fuera de servicio desde las 0100 GMT del 31 de agosto hasta las 0100 GMT del 3 de septiembre.
El presidente del regulador de la red alemana dijo que Alemania estaba mejor preparada para las interrupciones, ya que su almacenamiento de gas estaba casi en un 85% de su capacidad y estaba asegurando el suministro con otras fuentes.
«Podemos tomar gas del almacén en invierno, estamos ahorrando gas (¡y tenemos que seguir haciéndolo!), las terminales de GNL están llegando, y gracias a Bélgica, Países Bajos, Noruega (y pronto Francia), el gas está fluyendo», indicó Klaus Mueller en Twitter.
Nuevas restricciones al suministro de gas en Europa agravarían una crisis energética que ya ha quintuplicado los precios del gas al por mayor desde agosto del año pasado, gravando a consumidores y empresas y obligando a los gobiernos a gastar miles de millones para aliviar la carga.
En Alemania, la inflación en agosto fue la mayor en casi 50 años, y la confianza de los consumidores se deterioró, cuando los hogares se preparan para un alza de la factura energética.
A diferencia de los 10 días de paralización por mantenimiento de Nord Stream 1 del mes pasado, los más recientes trabajos se anunciaron con menos de dos semanas de antelación y los lleva a cabo Gazprom en lugar del operador.
Moscú, que redujo el suministro a través del gasoducto al 40% de su capacidad en junio y al 20% en julio, culpa a los problemas de mantenimiento y a las sanciones que, según dice, impiden la devolución e instalación de equipos.
Rusia informó ayer que el Gobierno alemán, y no el Kremlin, estaba haciendo todo lo posible para arruinar sus relaciones energéticas con Moscú.
Gazprom señaló que la última parada era necesaria para realizar el mantenimiento del único compresor que le queda al gasoducto en la estación de Portovaya, en Rusia, y afirmó que el trabajo se llevaría a cabo conjuntamente con especialistas de Siemens. (Reuters)