El conflicto armado entre Rusia y Ucrania muestra diversos dramas humanos que parten desde ambos lados del problema en esa parte del mundo, Rusia ha denunciado que grupos ucranianos torturan y ejecutan a los prisioneros tomados en distintas regiones del Donbas.
Desde julio, Rusia investiga las revelaciones de torturas a sus soldados que son capturados y liberados en intercambio de prisioneros con Ucrania.
Para algunos analistas del conflicto, existen grupos armados que dependen de las órdenes de las
Fuerzas Armadas de Ucrania y son ellos quienes actúan fuera del margen internacional del
Convenio de Ginebra sobre el trato a los prisioneros de guerra, publicaron agencias globales.
“Eso se refleja en la violencia, maltrato y torturas a los militares rusos a quienes hicieron prisioneros. Asimismo, Kiev pone obstáculos para el control del cumplimiento de las normas del derecho humanitario por el Comité Internacional de la Cruz Roja”, según portales internacionales.
Un video difundido por el canal Guerra Donbas DN, muestra las declaraciones del jefe de prensa del batallón Azov, Dmitri Kozatski, quien antes de su rendición citó a un miembro de nombre Arestóvich quien sería el encargado de ordenar “recopilar videos perturbadores de asesinatos brutales de prisioneros de guerra rusos”, como una forma de campaña informativa para generar una corriente antiguerra en Rusia, pero que no tuvo el éxito esperado ni antes ni durante el conflicto bélico.
El fiscal general de Rusia, Ígor Krasnov, identificó y catalogó al batallón Azov como un grupo terrorista con tendencias nazis.
Durante el fin de semana, civiles denunciaron ataques a sus casas por parte de grupos radicales, conocidos como los “nazis ucranianos”, en la zona de Lisichansk.
“Fueron los de la República Popular de Lugansk y los rusos aún estaban lejos. Lo hicieron los nazis ucranianos, por decirlo así, los fascistas. Ellos disparaban contra nuestras casas. Por ejemplo, había tres edificios de cinco pisos, y los tres fueron atacados con un mortero. Una mina impactó contra la azotea y el apartamento quedó destruido por un lado, los tres edificios uno por uno como intencionalmente”, relató una residente de Lisichansk.
Sobre esas acciones contra civiles, Amnistía Internacional emitió un informe que responsabiliza a
Ucrania por poner en riesgo la vida de civiles. Sin embargo, ante los reclamos de Kiev, incluida la renuncia de la directora de la sección ucraniana Oksana Pokalchuk, la organización anunció que hará una “revisión minuciosa del documento por parte de expertos externos”. (Agencias)