(CNN Español) — Con su llegada a Downing Street, Rishi Sunak hará historia: se convertirá en el primer ministro del Reino Unido más joven en más de 200 años, el primero perteneciente a una minoría étnica y el primer hindú en ocupar el cargo. Hace apenas siete semanas esto parecía casi imposible.
Recientemente, el exministro de Economía hizo una apuesta de alto riesgo: lanzó un ataque que ayudó a acabar con Boris Johnson y se postuló como su sustituto. Sin embargo, perdió ante Liz Truss, admitió su derrota y se retiró al Parlamento.
Podría haber sido el final de su historia, pero no lo fue. En una señal de lo imprevisible que se ha vuelto la política británica, Sunak regresó triunfante para reemplazar a Truzz, cuyo liderazgo implosionó la semana pasada.
Sunak fue el único aspirante al liderazgo que consiguió el apoyo de más de 100 parlamentarios conservadores, el umbral establecido por los responsables del partido para los posibles candidatos, y ahora se convertirá primera persona británicoasiática en llegar a primer ministro y, con 42 años, también en el más joven en ocupar el cargo en más de 200 años.
Un exbanquero millonario de ascendencia india
Sunak, cuyos padres llegaron al Reino Unido desde África oriental en la década de 1960, es de ascendencia india. Su padre era médico, mientras que su madre llevaba adelante una farmacia en el sur de Inglaterra, algo que, según Sunak, le hizo sentir su deseo de servir al público.
Será el primer hindú en convertirse en primer ministro británico tras asegurarse el cargo en Diwali, el festival de las luces que marca uno de los días más importantes del calendario de esta religión (el propio Sunak hizo historia en 2020 cuando encendió las velas de Diwali frente al número 11 de Downing Street, la residencia oficial del canciller de Economía y Hacienda).
Sunak ha enfrentado desafíos por su pasado elitista, ya que estudió en el exclusivo Winchester College y en las universidades de Oxford y Stanford. Es conocido por sus gustos costosos en lo que respecta a la moda y ha trabajado para bancos y fondos de cobertura como Goldman Sachs.
También ha sido objeto de escrutinio por los acuerdos fiscales de su esposa Akshata Murty, hija de un multimillonario indio.
Este año, Sunak y Murty aparecieron en la lista de las 250 personas más ricas del Reino Unido del Sunday Times. El periódico estimó su patrimonio neto conjunto en 730 millones de libras (US$ 826 millones).
EL RÁPIDO ASCENSO AL PODER DE RISHI SUNAK
La elección de Sunak del lunes marca el momento cúspide de lo que ha sido un rápido ascenso al poder. Fue elegido por primera vez como parlamentario en 2015 y pasó dos años en la Cámara de los Comunes hasta convertirse en un ministro junior en el Gobierno de Theresa May. Johnson fue el que le dio a Sunak su primer papel importante en el Gobierno, nombrándolo secretario jefe del Tesoro en 2019 y ascendiéndolo a ministro de Hacienda en 2020.
Sunak tiene experiencia en la lucha contra la crisis económica, ya que fue quien condujo al Reino Unido durante la pandemia de covid-19 y se posicionó como el candidato de las «finanzas sólidas».
Durante la pandemia, Sunak puso en marcha medidas por un valor de 400.000 millones de libras (US$ 452.000 millones) destinadas a impulsar la economía, incluyendo un generoso plan de licencias, préstamos a las empresas y descuentos para comer en restaurantes. Sin embargo, esos estímulos tuvieron un costo enorme y dejaron al Gobierno luchando para conseguir ahorros.
Sunak fue uno de los primeros críticos del plan económico de Truss, que fue criticado por inversores, el Fondo Monetario Internacional y las agencias de calificación crediticia. Aunque también abogó por una bajada de impuestos, dijo que solo se podrían recortar cuando se controlara la inflación, lo que podría llevar varios años.
Su advertencia durante el verano de que los recortes fiscales sin financiación de Truss podrían desatar el pánico en los mercados financieros resultó ser cierta. La libra esterlina se desplomó hasta un mínimo histórico frente al dólar estadounidense cuando Truss y su ministro Kwasi Kwarteng dieron a conocer su plan. Los precios de los bonos del Estado del Reino Unido subieron al ritmo más rápido de la historia, disparando los costes de los préstamos.
Sunak dijo públicamente por primera vez el domingo que se presentaría a la contienda. En un tuit escribió: «El Reino Unido es un gran país, pero nos enfrentamos a una profunda crisis económica. Por eso me presento para ser líder del Partido Conservador y su próximo primer ministro. Quiero arreglar nuestra economía, unir a nuestro partido y cumplir con nuestro país».
En la última contienda, durante el verano, se le consideraba el más moderado de los dos candidatos. En comparación con Truss, adoptó una línea menos ideológica en asuntos como el brexit y la economía. Al igual que ella, prometió un enfoque duro hacia la inmigración ilegal y ampliar la controvertida política de inmigración de Ruanda del gobierno.
En esa contienda superó ampliamente el umbral de votos que necesitaba, consiguiendo 137 apoyos, aunque Truss acabó ganando el voto decisivo entre los afiliados de base.
SEGUNDA OPORTUNIDAD
Johnson no ha ocultado que cree que Sunak le traicionó al renunciar a su Gobierno, lo que provocó su dimisión el 7 de julio después de que una serie de escándalos hicieran insostenible su posición.
La caída de Johnson se produjo tras meses de revelaciones de fiestas celebradas en el número 10 de Downing Street, mientras el resto del país estaba bajo las restricciones por el covid-19. El propio Johnson fue multado por la policía, convirtiéndose en el primer primer ministro de la historia que infringe la ley en su cargo.
Durante mucho tiempo, Sunak apoyó a Johnson, sobre todo porque él también fue multado en el llamado Partygate.
Sin embargo, se volvió contra Johnson luego de que el entonces primer ministro tardara en actuar cuando su vicejefe de bancada, Chris Pincher, fue acusado de agredir sexualmente a dos hombres en una fiesta a principios de julio. (Pincher dijo después que había «bebido demasiado», aunque no ha abordado directamente las acusaciones).
La sorprendente dimisión de Sunak del gabinete de Johnson por el escándalo de Pincher puso en marcha una serie de dimisiones de alto nivel que condujeron a la salida de Johnson y, en última instancia, a su propio ascenso a Downing Street.
Sunak se enfrenta a una enorme tarea. El Reino Unido está inmerso en una profunda crisis por el costo de vida y en un aumento de la desigualdad. Los mercados financieros siguen asustados tras los desastrosos errores de política económica de Truss.
El Partido Conservador, impopular después de 12 años en el poder, se ha sumido en un estado de caos absoluto en los últimos cuatro meses y ahora está muy por detrás del Partido Laborista de la oposición en las encuestas de opinión. El único consuelo para Sunak es que no tiene que convocar elecciones hasta enero de 2025.