“Recibimos información sobre una amenaza concreta e inmediata contra la delegación israelí y tenemos que anteponer la seguridad de nuestro personal”, indicó Dov Maisel, vicepresidente de operaciones de United Hatzala, a través de un comunicado del cuerpo de socorristas.
Raphael Poch, vocero de la organización, aseguró que se trata de dos amenazas diferentes.
“La primera vino del exterior, de elementos no turcos”, dijo, sin precisar una organización en particular.
Las autoridades israelíes aseguraron en el pasado que Irán y sus aliados aumentaron sus intentos de atacar a israelíes en el extranjero en los últimos dos años, y frustraron numerosos atentados, entre ellos varios que estaban planeados en Turquía.
“La segunda amenaza se suscitó luego de que el gobierno (turco) informara a la población local que los muertos (por los terremotos) serían enterrados en una fosa común. Están muy descontentos por ello y empezaron a atacar a grupos de rescate”, explicó.
Israel, que tuvo fuertes disputas con Turquía antes de restablecer por completo sus lazos diplomáticos el año pasado, envió 150 rescatistas y 230 profesionales en atención médica a las ciudades turcas más afectadas por los sismos, junto a equipo de rescate y ayuda humanitaria.
La delegación del Ejército israelí, llamada “Ramas de Olivo”, salvó a una veintena de personas y comenzó a tratar a víctimas de los terremotos en un hospital local de la ciudad de Kahramanmara.
Entre los pacientes había más de 10 refugiados sirios, indicó un portavoz castrense.
Más allá de la ayuda a Turquía, Israel aseguró que también brindará asistencia a Siria, país con quien está formalmente en conflicto y con el que no mantiene lazos diplomáticos oficiales.
Funcionarios del Gobierno israelí confirmaron que el Estado judío enviará medicamentos, mantas y tiendas de campaña a Siria para ayudar a las víctimas del terremoto. (Infobae).