Manila.- El tifón Rai, también conocido como Odette, ha dejado al menos 169 muertos en Filipinas, la mayoría en la provincia de Bohol, y casi 500.000 desplazados, según el último balance de las autoridades.
En Bohol son 72 los fallecidos, según ha informado el gobernador provincial, Arthur Yap señaló que se han recopilado los datos de 42 de los 48 municipios que integran la provincia.
En Negros Occidental son 18 los fallecidos, según la Policía, mientras que el Consejo Nacional de Reducción del Riesgo y Gestión de Desastres de Filipinas (NDRRMC) ha dado cuenta de 16 muertes en la provincia de Cebú.
En la provincia de Surigao del Norte son 18 los fallecidos, según las autoridades regionales y no está claro si esta cifra está incluida en el balance general del NDRRMC.
El tifón azotó Filipinas desde del pasado jueves y hasta el sábado con vientos de 195 kilómetros por hora. Ahora la Policía se ha desplegado para garantizar la seguridad en especial en supermercados, donde se están formando largas colas para adquirir suministros.
Además, los Guardacostas de Filipinas han informado del inicio de una operación de entrega de insumos a familias afectadas por la tormenta en Surigao del Norte: kits de higiene, alimentos, ropa, vitaminas, almohadas y mantas.
En cuanto al Gobierno, ha anunciado 2.000 millones de pesos (unos 35,6 millones de euros) en ayudas para desplazados de las Visayas y Mindanao, ha explicado un portavoz presidencial, Karlo Nograles, citado por el periódico filipino “Inquirer”.
Nograles explicó que el presidente, Rodrigo Duterte, ordenó a las agencias gubernamentales «utilizar todos los medios públicos» para ayudar a los afectados por el paso de la tormenta, lo que incluye el envío de bienes por valor de 1.000 millones de pesos (17,8 millones de euros) a las zonas afectadas mediante recursos militares.
Además, Nograles explicó que el Ministerio de Obras Públicas y Autopistas está ya trabajando para desbloquear las carreteras que han quedado cortadas.
Duterte visitó el sábado la isla de Siargao, las islas Dinagat y la ciudad de Maasin para comprobar en persona los daños provocados por «Rai» y ha encargado al ministro de Bienestar Social y Desarrollo, Rolando Bautista, la gestión de la crisis en Surigao del Norte.
Cinco millones de personas se han quedado sin corriente eléctrica en todo el país debido al paso del tifón, que ha causado importantes daños en las islas Visayas y en Minadanao. El tifón ha causado estragos también en Malasia, aunque por el momento no hay datos concretos de víctimas. (Europa Press)