Así, la ONU detalló que, tras tres temporadas consecutivas sin lluvias en las tierras bajas de Etiopía y en regiones somalíes, los pozos de agua se han secado y los cultivos y los ganados se han visto gravemente afectados, dejando a miles de niños y sus familias «al borde del abismo».
«El impacto de la sequía es devastador (…) Los niños y sus familias están luchando por sobrevivir debido a la pérdida de medios de vida o ganado», ha lamentado el representante de Unicef en el país africano, Gianfranco Rotigliano, quien además ha remarcado la gran cantidad de desplazamientos que se están dando en la zona.
Unicef informó de que cerca de 225.000 niños sufren de desnutrición y más de 100.000 mujeres embarazadas y lactantes precisan de apoyo nutricional, todo ello agravado por las condiciones de sequía y falta de agua potable.
«Si los niños se ven obligados a beber agua contaminada corren el riesgo de padecer diversas enfermedades, incluida la diarrea, que es una de las principales causas de muerte entre los menores de cinco años», explicó Rotigliano.
En las zonas afectadas por la sequía en las regiones de Oromia -en Etiopía- y Somalia, unos 4,4 millones de personas se enfrentan a día de hoy a una escasez crítica de agua.
Además, se estima que 850.000 niños podrían estar gravemente desnutridos en 2022 en las regiones etíopes de Afar, Oromia, y Naciones y Pueblos del Sur, debido a los conflictos, las sequías y la recesión económica, entre otras razones.
En este contexto, más de 155.000 menores de las tierras bajas etíopes han abandonado la escuela para poder colaborar en la búsqueda de agua potable, lo que, por tanto, empuja a los niños hacia la pérdida de educación y los hace correr el riesgo de ser explotados.
Como respuesta a esta situación, Unicef, en colaboración con las autoridades locales, trabaja para proporcionar asistencia vital a quienes necesitan de ayuda, además de la rehabilitación de pozos y planes de abastecimiento de agua, la disposición de camiones cisterna de emergencia, el tratamiento de niños gravemente desnutridos, la prestación de educación de emergencia y el apoyo a la protección de la infancia.
El organismo de Naciones Unidas ha hecho un llamamiento por valor de 31 millones de dólares -unos 27,4 millones de euros- que se une a otro llamamiento de carácter general de otros 351 millones de dólares -más de 311 millones de euros-.
Con estos fondos se prevé prestar apoyo a más de dos millones de personas vulnerables de las regiones de Afar, Oromia, las Naciones y Pueblos del Sur y de Somalia. (Europa Press)