La Secretaría de Defensa Social del estado brasileño de Pernambuco confirmó ayer la muerte de 91 personas a causa de las lluvias torrenciales que afectaron a la región desde el pasado miércoles. Además, 26 personas están desaparecidas y 5.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares.
Las tareas de búsqueda en Recife, la capital estatal, se reanudaron en la mañana del lunes con la participación de casi 300 efectivos del Defensa Civil, Ejército y funcionarios municipales en siete lugares en los que se han detectado deslizamientos de tierra.
El gobernador de Pernambuco, Paulo Cámara, explicó que son ya catorce los municipios que han decretado el estado de emergencia, entre ellos la capital, Recife.
Con la puesta en marcha del estado de emergencia, Cámara anunció que a partir de esta misma semana unos 100 millones de reales (21 millones de dólares) se destinarán para sufragar las labores de rescate y recuperación, así como para la construcción de las infraestructuras dañadas por las lluvias.
“Sabemos que las primeras horas son muy difíciles (…). He hablado con todos los alcaldes para que elaboren un plan de trabajo con que saber cuáles son las acciones de apoyo del estado que van a necesitar”, explicó Cámara.
SOBREVOLARON LA ZONA
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sobrevoló el lunes la zona afectada y criticó a Cámara por no haberle consultado la respuesta a estas fuertes lluvias.
“En cualquier momento que los gobernadores y prefectos nos busquen, respondemos. Ha faltado iniciativa por su parte. Si el gobernador estaba haciendo otra cosa, yo no lo sé. No vamos a politizar esta cuestión”, declaró, según recoge Folha de Sao Paulo.
“El gobernador debe olvidar las cuestiones políticas en los momentos de crisis, arremangarse y no hacer política con la desgracia de algunos, como infelizmente ha pasado”, reprochó Bolsonaro. Cámara, por su parte, publicó en la noche del domingo que no se le había informado de la visita de Bolsonaro para este lunes.
De los 30 fallecidos que notificaron el sábado, 20 corresponden a un deslizamiento de tierras en Jardim Monte Verde, en el barrio de Ibura, en el sur de Recife, según un informe de la Defensa Civil.
Las autoridades han instado a evacuar a 32.000 familias que viven en zonas de riesgo y han ofrecido refugio en instalaciones municipales, mientras que otras han tenido que alojarse en casas de amistades o familiares.
Solo desde las 23.00 horas del viernes y las 11.00 horas del sábado se contabilizaron 236 milímetros de lluvia por metro cuadrado en algunas zonas de la ciudad, según Defensa Civil, lo que supone más del 70 por ciento de la previsión total de mayo para la ciudad.
Paulo Cámara anunció el nombramiento de 92 nuevos efectivos del Cuerpo de Bomberos que asumirían su cargo a partir del 6 de junio, con el objetivo reforzar el rescate de las víctimas de os aluviones, según informó O Globo. Además, Cámara solicitó el apoyo de personal de las Fuerzas Armadas, así como de embarcaciones y aeronaves del Ejército brasileño. (Europa Press)
INUNDACIONES
Las lluvias empezaron el martes pasado, pero se intensificaron el fin de semana. Entre la noche del viernes y la mañana del sábado, el volumen de lluvias alcanzó el 70% de lo esperado para todo el mes de mayo en algunos puntos de la capital pernambucana.
El Centro de Monitoreo de Desastres Naturales (Cemaden) estima una posibilidad “muy alta” de que ocurran “crecidas e inundaciones” en la región metropolitana de Recife este lunes debido al cúmulo de lluvia de los últimos días y al pronóstico de nuevas precipitaciones.
Los estragos dejaron además unas 5.000 personas sin hogar o desplazadas y grandes daños en las infraestructuras de varios municipios, reportó Ecuador en directo.
Según los expertos, tragedias de este tipo obedecen, además de fuertes lluvias, a la topografía y la existencia de grandes barriadas con viviendas precarias en Brasil, muchas de ellas construidas de manera ilegal, en las escarpadas zonas de riesgo.