Al menos 48 personas han muerto en Estados Unidos como consecuencia del paso del ciclón Ida, que, tras degradarse a tormenta tropical, ha causado estragos en la costa este de Estados Unidos, donde provocó precipitaciones sin precedentes y severas inundaciones.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, confirmó ayer que ya son 25 las víctimas que han sido identificadas como fallecidas por los remanentes de Ida, informa CNN, mientras que otras seis personas siguen desaparecidas.
Mientras tanto, unas 4,5 millones de personas siguen bajo advertencia de inundación, especialmente en el noreste de Nueva Jersey, donde los ríos están en su capacidad límite, de hecho, está previsto que algunos de los ríos del noreste del estado permanezcan por encima del nivel de inundación durante el fin de semana.
En el estado de Nueva York, otras 17 personas han perdido la vida, de las cuales 13 lo han hecho en la ciudad de Nueva York, y en el de Pensilvania se han notificado cinco víctimas hasta el momento. Maryland y Connecticut han registrado una muerte cada uno.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó la declaración del estado de emergencia en Nueva York y Nueva Jersey, y ha dado orden para que los responsables locales reciban ayuda federal.
«Ha caído una lluvia récord en estos estados. Nueva York registró ayer más lluvia, el primer día de septiembre, que lo que normalmente registra en todo el mes», subrayó.
Para hacer frente a las consecuencias de Ida, el Departamento de Energía estadounidense ha anunciado que liberará 1,5 millones de barriles de petróleo crudo de las reservas de emergencias federales del país, para proporcionar servicio, entre otros, a dos tercios de las gasolineras de Nueva Orleans y Baton Rouge, que se han quedado sin suministros tras el paso del ciclón.
El propio Biden se desplazará este viernes hasta Luisiana para «inspeccionar los daños causados por las tormentas del huracán», ha indicado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, y donde se reunirán con las autoridades para evaluar la respuesta de emergencia.
Las precipitaciones sin precedentes provocadas por Ida, que entró la semana pasada por Luisiana, en la costa este estadounidense han dejado severas inundaciones. Las devastadoras consecuencias han llevado a la ciudad de Nueva York a lanzar un programa para lidiar con la lluvia y el clima extremo, después de que el alcalde, Bill De Blasio, explicara que el miércoles se registró «el récord (de precipitaciones) en una sola hora en la historia».
La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el estado de emergencia ante las repentinas inundaciones derivadas de ‘Ida’, mientras el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, también declaró la emergencia. En Central Park, la lluvia registrada ha batido el anterior récord, que databa de 1927, y varias zonas de la ciudad han quedado sumergidas bajo el agua.
En declaraciones posteriores, De Blasio ha lamentado que la ciudadanía «está pasando por un infierno» tras el paso de la tormenta. Del mismo modo, ha considerado a ‘Ida’ como una «llamada de atención» y ha señalado que las autoridades han de modificar la forma de abordar «la brusquedad, la brutalidad» de las tormentas actuales.
De Blasio ha insistido en que Ida es «una tormenta espantosa, diferente a todo lo que hayamos visto antes» y ha agradecido al personal de rescate su labor.
Los servicios de transporte han quedado prácticamente paralizados en algunas áreas del noreste estadounidense. Solo en el aeropuerto de Newark se han cancelado más de 300 vuelos, con anulaciones también masivas en el caso de los aeródromos de JFK y La Guardia, en Nueva York.
Del mismo modo, Connecticut declaró el estado de emergencia con el objetivo de responder a las inundaciones causadas por ‘Ida’. El gobernador del estado, Ned Lamont, ha firmado una declaración para proporcionar a los servicios de gestión de emergencias «las herramientas necesarias para ayudar en las áreas afectadas», señaló en un comunicado.
Los estragos causados en Nueva York y Nueva Jersey han llevado al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a mostrarse «profundamente entristecido por las vidas perdidas y el daño causado por los devastadores y sin precedentes eventos climáticos». (Europa Press TV)