Las precipitaciones provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en varias áreas del estado y las autoridades desplegaron a miembros del Ejército y la Marina para rescatar a residentes.
La apertura de los embalses podría reducir el riesgo de desbordes catastróficos como los anegamientos que ocurrieron en 2018, cuando al menos 400 personas murieron y unas 200.000 perdieron sus hogares. No obstante, la liberación de agua río abajo podría empeorar la situación en áreas que ya están sufriendo por el exceso de lluvias.
Las autoridades ya han abierto presas más pequeñas para evitar más inundaciones, mientras que el ministro de Energía del estado, K Krishnankutty, dijo en un comunicado que el embalse Idukki, el más grande de Kerala, también deberá abrir compuertas si continúan las lluvias.
Al menos 13 personas murieron por un deslizamiento de tierra en la aldea de Kuttikkal, dijeron funcionarios y testigos.
PK Jayasree, el principal funcionario del gobierno en el distrito de Kottayam, donde ocurrió el deslave, dijo que casi seis de los fallecidos pertenecían a una sola familia.
Kerala recibirá nuevamente precipitaciones intensas a partir del miércoles, incluidos chubascos intermitentes en varias áreas, advirtió el lunes el gobierno estatal. (Reuters)