El Departamento de Justicia de Estados Unidos, lleva meses preparando un caso contra Haftar a petición de organizaciones como la Fundación para la Democracia y los Derechos Humanos de Libia, así como ciudadanos a título personal.
Existe por ejemplo, una demanda de dos familiares de sus presuntas víctimas es un intento de responsabilizarle de los crímenes que se le acusa como jefe del Ejército Nacional Libio, la mayor fuerza militar en el este del país, que desde 2014 permanecía en conflicto con las autoridades de Trípoli.
A Haftar se le señala en la denuncia como responsable de “cometer o presidir actos de tortura, ejecuciones extrajudiciales, tratos crueles y degradantes y encarcelamiento”, así como instigador de una hambruna en la población civil durante el asedio entre 2016 y 2017 a la localidad de Benghazi.
Dado que ahora mismo no hay tribunales independientes funcionales en Libia y el Tribunal Penal Internacional no ha presentado cargos, el tribunal de Virginia parece tener toda la legitimidad para iniciar el proceso contra el mariscal, ya que Haftar es ciudadano estadounidense y tiene propiedades allí junto a dos de sus hijos, Sadam y Jalid, desde 1987, año en el que protagonizó un enfrentamiento con el entonces líder absoluto del país, el sátrapa Muamar Gadafi.
Por todo ello, la sesión judicial ha terminado “con un rechazo categórico a la solicitud del abogado de Haftar de otorgarle inmunidad de los casos presentados en su contra”, según declaraciones del jefe del grupo conjunto Libia-EEUU, Esam Omeish, al Libya Observer. (Europa Press)