París.- Un total de 46 periodistas fueron asesinados en 2021 en el mundo en el marco del ejercicio de su profesión, el dato más bajo de los últimos 20 años, según indicó ayer Reporteros Sin Fronteras (RSF), que, sin embargo, ha destacado que el número de 488 reporteros encarcelados supone unas cifras altas e históricas.
La organización indicó en la presentación de su informe anual que el número de periodistas encarcelados arbitrariamente ha aumentado un 20 por ciento en 2021 respecto al año anterior hasta alcanzar los 488, entre ellos 60 mujeres, mientras que 65 están secuestrados y dos se encuentran desaparecidos.
RSF hizo hincapié en que «nunca» desde la creación del balance anual en 1995 el número de periodistas retenidos había sido tan alto, situación que ha achacado principalmente a la situación en Birmania, donde se instauró una junta militar tras el golpe de Estado del 1 de febrero; Bielorrusia, por la represión tras la reelección de Alexander Lukashenko; y China, donde se habría «intensificado» el control en Hong Kong.
Así, detalló que China se mantiene por quinto año consecutivo como «la mayor cárcel de periodistas del mundo», con 127 periodistas detenidos. Por detrás figuran Birmania, con 53; Vietnam, con 43; Bielorrusia, con 32; y Arabia Saudí, con 31.
En el caso de China, argumentó que, si bien el número de periodistas encarcelados en la China continental ha disminuido ligeramente, el aumento de las detenciones en Hong Kong ha contribuido a que el conjunto de periodistas presos suba un dos por ciento a nivel nacional.
RSF apuntó que el gigante asiático es además el país que encarcela a más mujeres, entre ellas la galardonada con el Premio RSF 2021, Zhang Zhan. En este sentido, ha hecho hincapié en que hasta la fecha nunca se había contabilizado un número tan alto de mujeres periodistas detenidas por ejercer su profesión y ha apuntado que en Bielorrusia hay más mujeres que hombres en prisión, 17 por 15, respectivamente, entre ellas Daria Tchoultsova y Katsiarina Andreyeva.
Por su parte, en Birmania hay nueve mujeres encarceladas, entre ellas Ma Zuzar, quien se encuentra en aislamiento en la prisión de Insein y quien fue una de las encargadas de la cobertura de las manifestaciones que estallaron contra la junta tras la asonada de febrero.
Asimismo, en Vietnam hay cuatro mujeres encarceladas, entre ellas Pham Doan Trang, quien fue galardonada en 2019 con el Premio RSF al Impacto, tras ser condenada por «propaganda contra el Estado».
En Irán, la periodista y activista Narges Mohamadi, quien ya estuvo ocho años encarcelada, volvió a prisión en noviembre, lo que eleva a tres el número de periodistas detenidas en el país.
RSF recogió además la situación de periodistas como el chino Jimmi Lai, quien cumplió 74 años en prisión tras ser sentenciado por participar en protestas «no autorizadas»; Dawit Issak, quien junto a Seyoum Tsehaye y Temesgen-Gebreyesus llevan más de 20 años en prisión en Eritrea; y Alí Abuluhum y Pham Chi Dung, sentenciados a 15 años de cárcel en Arabia Saudí y Vietnam, respectivamente, las sentencias más duras en 2021.
La organización recordó además es el caso del periodista Raman Protasevich, detenido en mayo después de que las autoridades bielorrusas desviaran a Minsk un vuelo de pasajeros, y Julian Assange, quien se expone a una condena de hasta 175 años de cárcel si es finalmente extraditado a Estados Unidos desde Reino Unido.
«Estos datos extremadamente elevados de periodistas encarcelados arbitrariamente derivan de tres regímenes dictatoriales», explicó el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
«Es un reflejo del impulso dictatorial en el mundo, de una acumulación de crisis y de la ausencia de cualquier escrúpulo por parte de esos regímenes», arguyo.
«Tal vez sean también fruto de un nuevo marco geopolítico de relaciones de fuerza, en el cual los regímenes autoritarios no sufren suficientes presiones para limitar su represión», manifestó Deloire, según el informe publicado por RSF a través de su página web.
El organismo ha resaltado además que tres de cada cinco periodistas han sido asesinados en países que no están oficialmente en guerra e incluso la Unión Europea (UE), considerada la zona del mundo más segura para ejercer el periodismo, se ha visto afectada.
Así, fueron asesinados el periodista de la cadena griega Star TV Giorgios Karaivaz, que investigaba corrupción en el seno de la Policía, y el periodista neerlandés y asesor de testigos en casos criminales Peter de Vries, lo que supone el año más mortífero en Europa desde 2015, cuando tuvo lugar el atentado contra la redacción de «Charlie Hebdo».
Entre los periodistas muertos en zonas en conflicto figuran los españoles David Beriain y Roberto Fraile, asesinados cuando realizaban un documental sobre la caza furtiva en el este de Burkina Faso, y el fotógrafo indio Danish Siddiqui, quien ganó el Premio Pulitzer en 2018 y quien murió en un ataque de los talibán en Afganistán.
RSF recordó que México enlaza por tercer año consecutivo su puesto como país ,más peligroso del mundo para la prensa y ha lamentado la «impunidad casi total por la ausencia de reformas ambiciosas» para hacer frente a la situación y «la espiral de violencia», que «no parece poder detenerse nunca».
Por otra parte, dijo que diez países concentran las tres cuartas partes de los asesinados, con México y Afganistán a la cabeza, con 47 cada uno. Por detrás figura Siria, con 42; Yemen e India, con 18; Irak, con 17; Pakistán, con 16; Filipinas, con 15; Somalia, con 13; y Colombia, con nueve. En el resto de países han sido asesinados 77 periodistas en este periodo.
En cuanto a secuestrados, la cifra ha aumentado un tres por ciento desde 2020 para situarse en 65 -60 locales y cinco extranjeros-, con Siria a la cabeza, con 44. Por detrás figuran Irak, con 11; Yemen, con nueve y Malí, donde este año fue raptado Olivier Dubois.
Estado Islámico figuró como el principal responsable de estos secuestros, con 28, lo que representa más del 40 por ciento a nivel mundial. Por último, dos periodistas están desaparecidos: Jorge Moltzin Centlal y Pablo Felipe Romero, ambos originarios del estado mexicano de Sonora. (Europa Press TV)
Descenso de asesinatos
Por contra, el número de periodistas asesinados ha caído por primera vez desde 2003 por debajo de los 50, lo que la organización achaca a “la baja intensidad de los conflictos armados” y “la movilización de organizaciones en defensa de la libertad de prensa, como RSF, para poner en marcha mecanismos nacionales e internacionales de protección”.
Sin embargo, RSF resaltó que esta cifra implica que casi un periodista es asesinado cada semana en el mundo por ejercer su profesional y ha recordado que, según sus datos, los periodistas asesinados fueron deliberadamente señalados.
En este sentido, indicó que México es el país del mundo en el que más periodistas han sido asesinados durante el último año, con siete, seguido por Afganistán, con seis. Por detrás figuran India y Yemen, con cuatro periodistas asesinados en cada uno de estos países.
RSF detalló que 30 de ellos, el 65 por ciento, fue asesinado intencionadamente por el hecho de ser periodistas, mientras que los otros 16 fueron asesinados en el ejercicio de sus funciones. Del total, 42 eran hombres y cuatro eran mujeres, mientras que 18 fueron asesinados en zona de conflicto y 28 en zona de paz.
Entre las periodistas asesinadas este año figuran las tres colaboradoras de medios afganos Shahnaz Rufi, Saadia Sadat y Mursal Vahidi, muertas en dos ataques reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico. La cuarta mujer asesinada es Rasha Abdalá al Harazi, muerta en un atentado con bomba lapa en Adén.