En este sentido, instó a respetar el Derecho Internacional y «priorizar y apoyar las asociaciones eficaces entre los sectores para garantizar que los servicios hídricos sean resistentes a los conflictos y otras adversidades, incluido el cambio climático».
Para esto es importante, a su vez, «fortalecer la acción y la financiación climáticas en los Estados frágiles y afectados por conflictos».
«Pese al impacto desproporcionado que sufren las comunidades y a su menor resiliencia, la acción climática en los Estados afectados por conflictos ha sido escasa debido a las dificultades que implica trabajar en entornos frágiles», alertó.
«Los Estados y los organismos internacionales deben incrementar su apoyo a las medidas de adaptación y anticipación en los Estados frágiles, lo que fortalecería la resiliencia de las poblaciones frente al cambio climático», recalcó antes de matizar que «dichos países deben asegurarse también de que su financiación llega a las comunidades más vulnerables y aisladas». (Europa Press)