Johnson insistió en que no va a dimitir durante una sesión de control en la Cámara de los Comunes, donde el asunto de las fiestas, que ha levantado la polémica en Reino Unido y ha granjeado críticas al Primer Ministro desde todo el espectro ideológico, ha vuelto a ser el centro de atención.
El mandatario, que ha eludido además las preguntas relacionadas con el asunto durante una sesión de control del Parlamento, ha recalcado que el Gobierno «tiene razón» sobre el asunto. Así, ha hecho hincapié en que ya existe una investigación policial al respecto a medida que su situación se vuelve cada vez más insostenible.
Uno de los diputados británicos que se ha mostrado más duro con el primer ministro ha sido el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, que consideró que Johnson sea objeto de una investigación policial es «vergonzoso».
El líder opositor aprovechó la ocasión para pedir nuevamente que presente su dimisión de forma inmediata por la postura adoptada y ha acusado a Johnson de «provocar un inmenso daño a la confianza de la población en el Gobierno» al intentar salvar su carrera.
Johnson, no obstante, trató de eludir la cuestión y afirmó que en caso de que las investigaciones lo señalen como culpable dimitirá.
«Creo que el primer ministro ha dicho que sí, que está de acuerdo en que el código se le aplica a él también, por lo que, si engaña al Parlamento, deberá dimitir», señaló el líder de los laboristas.
«¿No es este un primer ministro y un Gobierno que no han mostrado otra cosa que desprecio por la decencia, la honestidad y el respeto que definen a este país?», cuestionó Starmer, según ha recogido la BBC.
Johnson, por su parte, defendió que Downing Street está centrado en la gestión de la pandemia de covid-19 y el sistema sanitario del país, remarcando que son los conservadores los que pueden manejar estos asuntos, no los laboristas. (Europa Press)