Según Reuters, el fiscal Diego Luciani dijo que la líder peronista -acusada junto a otros exfuncionarios- cometió los delitos de administración fraudulenta en perjuicio del Estado y de liderar una asociación ilícita para desviar fondos públicos durante sus presidencias, entre 2007 y 2015.
«Se trata probablemente de la mayor maniobra de corrupción que se haya conocido en el país», señaló el fiscal durante su alegato, transmitido en vivo por internet.
Europa Press reflejó el pronunciamiento de la Fiscalía argentina que solicitó la inhabilitación perpetua de la vicepresidenta, Cristina Fernández, para ocupar cargos públicos, ya que la considera responsable de un supuesto entramado ilegal para defraudar al Estado mediante la concesión de obras públicas en Santa Cruz.
El Ministerio Público estima en 5.231 millones de pesos (más de 39 millones de euros) la cantidad defrauda por una red que salpica también al difunto marido de la vicepresidenta, Néstor Kirchner, y a exfuncionarios como el exministro Julio de Vido.
Luciani anunció que, con excepción del empresario Lázaro Báez, «se va a solicitar la imposibilidad de ocupar cargos públicos» de todos los imputados, incluida Fernández, que siempre ha alegado que las múltiples causas judiciales abiertas contra ella forman parte de una persecución política.
«Su condición de presidenta de la nación en el momento de los hechos hace que haya defraudado al Estado y a sus votantes», dijo el fiscal y se «interpuso su interés personal sobre el interés público», según el diario La Nación.
La vicepresidenta no está presente en esta parte del proceso, ya que ha quedado exenta por su actual cargo, pero desde Twitter ha anunciado por sorpresa que ha solicitado volver a declarar este mismo miércoles, dado que los fiscales «montaron en su acusación cuestiones que nunca habían sido planteadas».
Está previsto que los alegatos finales de las defensas arranquen el 5 de septiembre y que la sentencia se conozca ya en diciembre. Sin embargo, un hipotético fallo condenatorio previsiblemente daría pie a una cadena de recursos y la sentencia podría no ser firme hasta dentro de varios años, lo que dejaría en suspenso tanto la inhabilitación como una posible entrada en prisión. (Agencias)