En octubre, un tribunal de casación militar redujo la pena de prisión contra Alexandrani a siete años en lugar de diez tras ser condenado por cargos de pertenencia a una organización ilegalizada y difusión de noticias falsas, según ha informado ‘Al Ahram’.
El caso del periodista fue denunciado por la ONG Amnistía Internacional que aseguró en 2017 que su detención era «una ilustración del apagón mediático represivo impuesto en el Sinaí, donde los periodistas e investigadores se enfrentan a amenazas e intimidaciones por atreverse a revelar la realidad de lo que sucede en el terreno».
La ONG también denunció que la Fiscalía egipcia interrogó al periodista en diciembre de 2015 sobre la situación política en el país, además de realizar un registro exhaustivo en sus redes sociales, correos electrónicos y en su ordenador personal.
El periodista fue detenido en 2015 en el aeropuerto de Hurghada tras su regreso desde Alemania y condenado a diez años de cárcel por un tribunal militar. Las autoridades acusaron a Alexandrani de pertenecer a la organización islamista Hermanos Musulmanes, declarada como grupo terrorista tras el golpe de Estado de 2013, en el que fue derrocado el entonces presidente electo, Mohamed Mursi.
Reporteros sin Fronteras sostyiene que la práctica de la totalidad de los periodistas detenidos, así como de los defensores de Derechos Humanos u otras figuras relevantes a nivel social, están acusados de «difundir noticias falsas», entre otros cargos.
El presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, llegó al poder en julio de 2013 mediante un golpe de Estado que lideró después de una serie de manifestaciones masivas contra el entonces presidente, el islamista Mohamed Mursi, primer mandatario elegido democráticamente en el país y fallecido en 2019 durante una vista judicial contra él.
El mariscal ha impulsado una amplia campaña de represión y persecución contra opositores, tanto de grupos liberales como de organizaciones islamistas como Hermanos Musulmanes –declarada como terrorista–, una iniciativa que los grupos de Derechos Humanos han denunciado como la más grave de los últimos tiempos. (Europa Press)