El Santo Padre, de 85 años, hizo los comentarios en su discurso «Urbi et Orbi» (a la ciudad y al mundo) -tradicionalmente una visión general de los conflictos mundiales- ante unas 100.000 personas en la Plaza de San Pedro.
Fue la primera Pascua desde 2019 en la que se permitió al público entrar en la plaza para escuchar el discurso que se pronuncia dos veces al año, tras dos años de restricciones por el covid-19.
Francisco dedicó gran parte del mensaje a Ucrania, comparando la conmoción de otra guerra en Europa con la conmoción de los apóstoles cuando el evangelio dice que vieron a Jesús resucitado.
«También nuestras miradas son incrédulas en esta Pascua de guerra. Hemos visto demasiada sangre, demasiada violencia. También nuestros corazones se llenaron de miedo y angustia, mientras tantos de nuestros hermanos y hermanas tuvieron que esconderse para defenderse de las bombas», dijo.
«Que haya paz en la martirizada Ucrania, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de la guerra cruel e insensata a la que ha sido arrastrada», agregó.
Moscú describe la acción que lanzó el 24 de febrero como una «operación militar especial».
Francisco, que no mencionó a Rusia por su nombre, ya ha rechazado esa terminología, calificándola de guerra y utilizando previamente términos como agresión injustificada e invasión.
«Que se elija la paz. Que se dejen de hacer demostraciones de fuerza mientras la gente sufre», dijo el Sumo Pontífice el domingo, pasando a agradecer a los que han acogido a los refugiados de Ucrania, la mayoría de los cuales han ido a Polonia.
A principios de este mes, en Malta, Francisco criticó implícitamente al presidente ruso, Vladimir Putin, por la invasión, diciendo que un «potentado» estaba fomentando el conflicto por intereses nacionalistas. (Reuters)