«Queridos hermanos y hermanas, pasado mañana, 24 de febrero, se cumplirá un año desde la invasión de Ucrania, un año desde el comienzo de esta guerra absurda y cruel, un triste aniversario», ha subrayado.
El Papa dijo que «el número de muertos, heridos, refugiados, aislados, destrucciones, daños económicos y sociales habla por sí solo» y pidió «que el Señor perdone todos estos crímenes y todas estas violencias».
Además, ha instado a permanecer «cerca del atormentado pueblo ucraniano» y a preguntarse si «se ha hecho todo lo posible para detener la guerra». «Hago un llamado a quienes tienen autoridad sobre las naciones para que hagan esfuerzos concretos para poner fin al conflicto, para llegar a un alto el fuego e iniciar negociaciones de paz». «Lo que se construya sobre escombros nunca puede ser una verdadera victoria», enfatizó.
Desde que comenzó la guerra, el Papa ha hecho innumerables llamamientos a la paz, ha expresado la disponibilidad de la Santa Sede para ayudar en los esfuerzos de pacificación y su interés en visitar ambos países, y ha enviado representantes a Ucrania varias veces en su nombre, así como ayuda y suministros. (Europa Press)