«Es una advertencia para todo tiempo y para todos, Iglesia y sociedad: no aprovecharse nunca del propio rol para aplastar a los demás, ¡nunca ganar sobre la piel de los más débiles!», ha manifestado el pontífice durante el ángelus de ayer.
Asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apóstolico, el Papa alertó de las «dobleces» en la fe y de la hipocresía de los que no son coherentes entre lo que piensan y lo que hacen. Así ha definido el «clericalismo» como la actitud que profesan los que se sienten «por encima de los humildes».
Para el Papa, «tener cuidado con los hipócritas» es estar atentos a no «basar la vida en el culto de la apariencia» y «de la exterioridad». Por ello, ha criticado «el cuidado exagerado de la propia imagen».
Así ha alertado ante la tentación de «doblegar la fe a nuestros intereses». «Esos escribas cubrían, con el nombre de Dios, la propia vanagloria y, aún peor, usaban la religión para atender sus negocios, abusando de su autoridad y explotando a los pobres», dijo.
El Papa también ha mostrado su «preocupación» por la situación en Etiopía donde el gobierno ha declarado la emergencia nacional con efecto inmediato ante la posibilidad de que los combatientes de la región norteña de Tigray entren en la capital.
«Pido oraciones para que prevalezca la concordia fraterna» -señaló el Pontífice- que también ha instado a usar la vía del diálogo. (Europa Press)