Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco lanzó ayer un proceso consultivo mundial de dos años que podría cambiar la forma en que la Iglesia Católica Romana toma decisiones y dejar su huella mucho después de que termine su pontificado.
Los defensores ven la iniciativa, denominada «Por una Iglesia sinodal: Comunión, participación y misión», como una oportunidad para cambiar la dinámica de poder de la Iglesia y dar una mayor voz a los católicos laicos, incluidas las mujeres, y las personas marginadas de la sociedad.
En tanto, los conservadores dicen que el proceso de tres etapas es una pérdida de tiempo, puede erosionar la estructura jerárquica de los 1.300 millones de miembros de la Iglesia y, a la larga, diluir la doctrina tradicional.
En una misa en la basílica de San Pedro, Francisco dijo que los católicos deben tener la mente abierta sobre el proceso.
«¿Estamos preparados para la aventura de este viaje? ¿O tenemos miedo a lo desconocido, prefiriendo refugiarnos en las habituales excusas: ‘Es inútil’ o ‘Siempre lo hemos hecho así'»?, sostuvo Francisco en su homilía.
En la primera etapa, los católicos de parroquias y diócesis de todo el mundo debatirán cuestiones como si la Iglesia escucha lo suficiente a los jóvenes, las mujeres, las minorías y los marginados de la sociedad. También discutirán cómo identificar los estereotipos y prejuicios en sus comunidades locales y qué tipo de Iglesia creen que Dios quiere en el mundo de hoy.
Tras las discusiones a nivel nacional y continental, los obispos se reunirán en el Vaticano durante un mes en 2023. Prepararán un documento y luego el Papa escribirá una Exhortación Apostólica dando sus puntos de vista, sugerencias y quizás instrucciones sobre varios temas.
«No insonoricemos nuestro corazón; no nos quedemos atrincherados en nuestras certezas. Escuchémonos unos a otros», dijo el Papa en la misa a la que asistieron unas 3.000 personas.
Francisco ha dicho que, si bien debería haber más consultas entre las diversas partes de la Iglesia, únicamente el Papa puede tomar las decisiones finales sobre asuntos doctrinales.
En un artículo de la revista católica conservadora estadounidense First Things, que a menudo ha criticado al Papa, el teólogo George Weigel dijo que no está claro cómo «dos años de charla católica autorreferencial» abordarían problemas como la disminución de la asistencia a la Iglesia.
En tanto, el periódico progresista National Catholic Reporter, con sede en Estados Unidos, elogió la iniciativa como una oportunidad para lograr una mayor inclusión.
«Puede que no sea un proceso perfecto, pero es más probable que la Iglesia aborde las necesidades del pueblo de Dios con él que sin él», dijo un editorial. (Reuters)