Una escasez intermitente de combustibles, que ha afectado a la nación sudamericana en años reciente, persiste ante la baja producción de las deterioradas refinerías de PDVSA, que están operando a una fracción de su capacidad de procesamiento de 1,3 millones de barriles por día (bpd).
El reformador de nafta de Cardón, que convierte nafta en componentes de alto octanaje para gasolina, es crucial para la producción de combustibles de motor del país. La unidad planea ser sometida a mantenimiento no programado por unos 18 o 21 días, según las fuentes.
«Es una parada no programada para realizar reparaciones en los reactores», señaló a Reuters una de las personas consultadas.
Amuay y Cardón, que conforman el Centro de Refinación Paraguaná (CRP) en el occidental estado Falcón; tienen una capacidad conjunta de procesamiento de crudo de 955.000 bpd.
En Amuay, la unidad de craqueo catalítico estaba operativa el miércoles con una carga de 60.000 bpd, permitiendo la producción de unos 38.000 bpd de nafta, mientras que la refinería de Puerto La Cruz, en el oriente del país, producía unos 18.000 de gasolina de alto octanaje, dijeron otras dos fuentes.
El Palito, en la costa central del país y la más pequeña del circuito de refinación venezolano, detuvo su producción de gasolina a finales del 2021 mientras progresa un proyecto de mantenimiento mayor tras la firma de un acuerdo entre Venezuela e Irán para su reparación y expansión.
Además, el CRP, que está operando a menos de un cuarto de su capacidad, está convirtiendo los 38.000 barriles de nafta y el reformado que tiene en inventario en unos 80.000 barriles de gasolinas para distribución doméstica. (Reuters)