Con el 76,63% de los votos escrutados, la oposición de centroderecha lograba el 38,3% de los sufragios en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito del país, frente al 33,5% del peronismo oficialista.
En la ciudad de Buenos Aires, la oposición lograba el 48,3% de los sufragios frente a la centroizquierda peronista, que obtenía el 24,6%, con el 94% de los votos contados.
“La mayor sorpresa es el enojo con el que se manifestó la gente. El oficialismo perdió 1,2 millones de votos respecto al 2019; esto los lleva a una cifra que, de ratificarse en noviembre, deja con mucha debilidad a Alberto Fernández, que ya la tenía”, dijo a Reuters Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit.
Como los principales partidos ya han definido en muchos distritos a sus candidatos al Congreso nacional, las primarias cumplían la función de una amplia y precisa encuesta para saber cuál era el respaldo del Gobierno que asumió en 2019.
El país empezó en 2021 a dejar atrás una recesión de tres años, en medio de una alta inflación y problemas con la deuda pública. El presidente de centroizquierda Alberto Fernández apostaba a la reactivación económica y la acelerada vacunación contra el COVID-19 para obtener un buen resultado.
Pero la creciente pobreza y recientes escándalos políticos relacionados con la gestión de la pandemia parecen haber afectado a un desgastado Gobierno.
De confirmarse las cifras, el oficialista Frente de Todos podría perder su control del Senado nacional y la primera minoría en la Cámara Baja, según una estimación de la analista Fornoni.
Los mercados, más afines a una gestión de centroderecha que al peronismo gobernante, podrían verse impulsados el lunes, luego de las alzas recientes.
“Creo que lo que propone el peronismo nos ha llevado desde los años 70 a esta parte a una escalada de atraso tanto económico como cultural”, manifestó Jorge Prinz, un arquitecto de 54 años, que votó en Buenos Aires a la oposición pese a no “estar absolutamente convencido”.
El bajo nivel de participación que se espera en las primarias, debido a la apatía de los argentinos y a las dificultades para votar que podrían generar los protocolos por la pandemia del coronavirus, vuelve impredecible el resultado.
“Voto oficialismo por ideología, porque entiendo que sus políticas favorecen a la clase trabajadora, fomentan el empleo, la producción genuina y el desarrollo humano”, dijo Adrián Anido, un empleado de mantenimiento del Hospital Garrahan, de 53 años.
Se espera que cuando se despejen las dudas políticas, luego de las elecciones de noviembre, el Gobierno acelere la
conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociar el pago de 44.000 millones de dólares que el organismo prestó a Argentina hace tres años.
En los comicios del 14 de noviembre se renovarán 127 diputados sobre un total de 257 y 24 senadores de los 72 que componen la Cámara Alta. , (Reuters)