Naipyidó.- Un tribunal militar de Birmania sentenció ayer a once años de cárcel al periodista estadounidense Danny Fenster, detenido tras el golpe de Estado del 1 de febrero y quien había sido imputado por múltiples delitos, incluidos los de terrorismo y sedición.
El periodista, de 37 años y editor del diario ‘Frontier Myanmar’, se encuentra encarcelado desde hace cinco meses en la prisión de Insein, situada en la ciudad de Rangún. Su abogado, Than Zaw Aung, ha indicado en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense CNN que ha sido sentenciado por violación del visado, asociación irregular con un grupo ilegal e incitación.
El diario ‘Frontier Myanmar’ se ha mostrado «profundamente decepcionado» por el fallo y ha destacado que el veredicto ha sido emitido «tras un juicio cerrado al público». «Las sentencias impuestas eran las más duras posibles según la ley», criticó.
«Los cargos se fundamentaban en la acusación de que trabajaba para ‘Myanmar Now’ tras el golpe del 1 de febrero. Danny dimitió en ‘Myanmar Now’ en julio de 2020 y se unió a ‘Frontier Myanmar’ un mes después, así que cuando fue arrestado en mayo de 2021 llevaba nueve meses trabajando con el ‘Frontier», apuntó.
Así, el medio ha resaltado en su comunicado, publicado a través de su cuenta en la red social Twitter, que «el tribunal ha ignorado una cantidad significativa de pruebas sobre su trabajo en ‘Frontier Myanmar’, incluidos documentos sobre impuestos y seguridad social y el testimonio de un empleado del ‘Frontier'».
«No hay base alguna para condenar a Danny por estos cargos. Su equipo legal ha demostrado claramente al tribunal que había dimitid de ‘Myanmar Now’ y que trabajaba para el ‘Frontier’ desde mediados del año pasado», reiteró el redactor jefe del diario, Thomas Kean.
«Todo el mundo en el ‘Frontier’ está decepcionado y frustrado por esta decisión. Queremos ver a Danny liberado cuando antes para que pueda irse a casa con su familia», remachó Kean. Fenster aún tiene que ser juzgado por separado por los cargos por terrorismo y sedición.
Por su parte, el subdirector de la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) para Asia, Phil Robertson, tildó la condena de «indignante e inaceptable». «Los cargos contra él son falsos y falaces, no ha cometido crímenes. Solidaridad con Danny. Líberenle ya», ha agregado a través de su cuenta en Twitter.
Asimismo, ha manifestado en declaraciones a la cadena CNN que la sentencia «es una burla a la justicia ejecutada en un juicio amañado que opera siguiendo órdenes e instrucciones de la junta militar de Birmania», al tiempo que ha argumentado que el objetivo es «intimidar a todos los periodistas que quedan en Birmania».
«Envía además un mensaje a Estados Unidos de que a los generales del Ejército no les agrada ser golpeados con sanciones económicas y que pueden responder con una diplomacia de rehenes», explicó.
«El periodismo no es un crimen y no debería ser tratado como tal. Fenster y los muchos periodistas birmanos aún en la cárcel deben ser liberados urgentemente», remachó.
Por su parte, la directora regional adjunta de Campañas de Amnistía Internacional (AI), Ming Yu Hah, ha rechazado la condena en una causa que «desde el principio ha estado plagada de irregularidades».
«Para empezar, Danny no debería haber sido detenido nunca y condenarlo a un total de once años de prisión muestra hasta dónde están dispuestas a llegar las autoridades de Birmania para dejar claro que no respetan a los medios de comunicación independientes en el país, ni cómo pueda afectar a la familia el encarcelamiento injusto de una persona», agregó.
A su juicio, «Danny no ha hecho nada malo». «Pero pese a ello ha sido acusado de cometer presuntamente varios delitos que no tienen absolutamente nada que ver con la realidad y su trabajo de periodista independiente», continuó.
«El periodista fue detenido poco antes de embarcar en un vuelo hacia la capital de Malasia, Kuala Lumpur, pero sin conocer el motivo de su arresto. Su familia ha pedido su puesta en libertad en numerosas ocasiones y han instado al presidente estadounidense, Joe Biden, a garantizar que sea liberado para que pueda regresar a Estados Unidos. (Europa Press)