“La invasión rusa desencadenó muerte, destrucción y desplazamientos generalizados”, dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres, en un discurso ante el Consejo de Derechos Humanos respaldado por la ONU en Ginebra.
Tras fracasar en su intento de capturar la capital ucraniana en las primeras semanas de la invasión y sufrir una serie de humillantes reveses durante el otoño, Rusia estabilizó el frente y está concentrando sus esfuerzos en capturar cuatro provincias que Moscú se anexionó ilegalmente en septiembre: Donetsk, Kherson, Luhansk y Zaporizhzhia. Ucrania, por su parte, espera utilizar carros de combate y otras armas nuevas prometidas por Occidente para lanzar nuevas contraofensivas y recuperar más territorio ocupado.
Guterres dijo que “los ataques contra civiles e infraestructuras causaron muchas víctimas y un terrible sufrimiento”.
Los intensos combates por el territorio en el este de Ucrania se pusieron de manifiesto en un hospital de campaña ucraniano que atiende a los heridos de la intensa batalla por la ciudad de Bajmut, que está devastada. Un flujo constante de soldados maltrechos y exhaustos llegaba en camillas.
Las declaraciones de Guterres se produjeron mientras el ejército ucraniano afirmaba que Rusia había lanzado ataques con drones explosivos en varias regiones del país que duraron desde última hasta la mañana de ayer, causando dos muertos.
Guterres citó casos de violencia sexual, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y violaciones de los derechos de los prisioneros de guerra documentados por la oficina de derechos humanos de la ONU.
Denunció cómo la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que ahora cumple 75 años, fue con demasiada frecuencia mal utilizada y abusada. “Se explota para obtener beneficios políticos y es ignorada, a menudo, por las mismas personas”, dijo Guterres. “Algunos gobiernos la erosionan. Otros utilizan una bola de demolición”.
“Este es un momento para situarse en el lado correcto de la historia”, dijo al Consejo, máximo órgano de derechos humanos de la ONU. Rusia se retiró de su puesto el año pasado en medio de un aumento de la presión internacional por la guerra en Ucrania.
Sin embargo, las autoridades rusas dieron escasas muestras de estar reconsiderando su ataque a su vecino. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo ayer: “Ahora no vemos condiciones para un acuerdo pacífico”.
CRÍMENES DE GUERRA EN UCRANIA
Cerca de 150 altos dirigentes, entre ellos los jefes de la diplomacia de Francia, Irán y China, participarán en los encuentros del CDH hasta el jueves. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, hablará por videoconferencia.
Esta previsto que el jueves intervenga el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Riabkov. Pese a los llamados de las ONG, no es seguro que los diplomáticos abandonen la sala cuando hable el responsable ruso, como lo hicieron el año pasado cuando participó por videoconferencia el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, a modo de boicot.
La invasión rusa de Ucrania estará en el centro de los debates. Al término de la sesión habrá una votación para continuar las labores de los investigadores del organismo sobre la antigua república soviética, que presentarán su primer informe el 20 de marzo, después de que en septiembre ya mencionaran posibles crímenes de guerra.
La embajadora ucraniana Yevheniia Filipenko pide un refuerzo de la resolución, para que quede definido el mandato de los investigadores. Pero no está garantizado que el texto final refleje esta voluntad de Kiev, debido al posible bloqueo de otros países.
“Vamos a tener que ser muy dinámicos y activos para que las otras resoluciones de países sean aprobadas y evitar que un eje China-Rusia-Irán-Venezuela-Cuba construya un muro antirresoluciones”, dijo un diplomático europeo.
En Irán, tras la represión de las manifestaciones desencadenas por la muerte en detención de la joven Mahsa Amini, está en juego el mandato del relator del país.
“La prioridad es que el mandato sea prolongado. Pero la segunda prioridad es que el texto refleje la terrible degradación de la situación que se produjo estos últimos meses desde el asesinato de Mahsa Amini”, aseguró un diplomático occidental. (Infobae)